El Barça se desfoga con el Español

Stoichkov encontró un filón en el marcaje de Mendiondo y encarriló la victoria

El Barcelona presentó su pliego de descargos a costa de un Español que oxigenó el cargado aire que se respira en el Camp Nou. El colectivo de Cruyff encontró un filón en la banda derecha de los de Camacho. El Español no acertó a cortar la hemorragia por donde se desangró. Stoichkov simbolizó la avidez vampiresca de un Barcelona con ansias de reivindicar su fama y encontrar de una vez su sitio en la Liga. El delantero búlgaro se reencontró con el gol y con sus mejores sensaciones. Mendiondo, el encargado de su marcaje, quedó expuesto a sus dentelladas con una impunidad clamorosa. Le robó la car...

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El Barcelona presentó su pliego de descargos a costa de un Español que oxigenó el cargado aire que se respira en el Camp Nou. El colectivo de Cruyff encontró un filón en la banda derecha de los de Camacho. El Español no acertó a cortar la hemorragia por donde se desangró. Stoichkov simbolizó la avidez vampiresca de un Barcelona con ansias de reivindicar su fama y encontrar de una vez su sitio en la Liga. El delantero búlgaro se reencontró con el gol y con sus mejores sensaciones. Mendiondo, el encargado de su marcaje, quedó expuesto a sus dentelladas con una impunidad clamorosa. Le robó la cartera Stoichkov en el segundo minuto y decantó el partido.La ventaja le dio aplomo al Barcelona. La presión que ejerció en el centro del campo, la asfixia que supuso para la producción de juego blanquiazul el marcaje de Guardiola sobre Francisco y el mayor equilibrio y orden que reinaron en sus filas fue devolviendo el aroma de las tardes de vino y rosas en el Camp Nou.

El Español no acertó a taponar su flanco izquierdo y por allí le, llegó la goleada. Nunca pudo Mendiondo con Stoichkov. El búlgaro fabricó el segundo tanto y, para una vez que Roberto se decidió a arropar a Mendiondo, Stoichkov ofreció una buena asistencia a Sergi y llegó el tercer tanto.

El Barcelona se reencontró con su fútbol más lúdico. Lo hizo gracias a que conjuró los problemas que le podía causar el rival con un eficiente marcaje de Guardiola sobre Francisco, habitual abastecedor de balones a los puntas del Español. La zona ancha siempre fue dominada por la laboriosidad de Jose Mari, Eskurza y Bakero. El Español echó en falta el sentido posicional del que le dota Brnovic en esa zona.

Herrera y Pochettino no supieron nunca por dónde iba a llegarles el peligro. El Barcelona jugó sin un delantero centro nato y las irrupciones de Begiristain y Bakero siempre tuvieron la virtud del factor sorpresa. Con el control del balón de su parte y la facilidad con que su defensa vio llegar los balones sin sentido que se les ofreció a Lardín y Raducioiu, el Barcelona jugó con una comodidad que no se le recordaba. Se oxigenó el equipo azulgrana ante un Español que apenas le incordió y que sólo hizo trabajar a Busquets en una falta ejecutada por Francisco.

El Barcelona mantuvo el control, pese a que bajó un tanto en la intensidad de su juego ofensivo y a que el Español relevó a sus dos puntas en un intento por marcar. El derby acabó más descafeinado de lo que ya empezó y se convirtió en un balón de oxígeno para el Barcelona y en un acto de impotencia para el Español.

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