Ferrovial es él

Mientras se cerraba la adquisición de Agroman por parte de Ferrovial, Rafael del Pino Moreno, propietario, fundador y presidente de esta empresa, se encontraba en el hospital. Del Pino, de 75 años, ha sido intervenido de una peritonitis aguda . Ha sido su hijo mayor, del mismo nombre e ingeniero de caminos como él, el que ha rematado las negociaciones con Banesto.Es Rafael del Pino Moreno una persona de difícil catalogación. Parece -y a él además le ha gustado fomentar esa imagen- un hombre opaco, oscuro, extremadamente reacio a la publicidad y a las relaciones públicas. Sin embargo, no se pie...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Mientras se cerraba la adquisición de Agroman por parte de Ferrovial, Rafael del Pino Moreno, propietario, fundador y presidente de esta empresa, se encontraba en el hospital. Del Pino, de 75 años, ha sido intervenido de una peritonitis aguda . Ha sido su hijo mayor, del mismo nombre e ingeniero de caminos como él, el que ha rematado las negociaciones con Banesto.Es Rafael del Pino Moreno una persona de difícil catalogación. Parece -y a él además le ha gustado fomentar esa imagen- un hombre opaco, oscuro, extremadamente reacio a la publicidad y a las relaciones públicas. Sin embargo, no se pierde ni uno de los frecuentes actos empresariales, se deja ver, no rechaza la conversación y, según los que le conocen bien, "es muy socarrón". Eso sí, lo suele hacer en el entorno de su círculo de amistades de la conocida beautiful people, de la que muchas veces se le ha calificado como "patriarca". "Eso es un invento, a mí me gusta rodearme de gente inteligente e ingeniosa", ha dicho.

Tal vez la doblez que aparenta se deba a que quiere preservar su empresa. A Del Pino que no le toquen la empresa, o, si se quiere, el bolsillo. Eso es sagrado. Ferrovial ha sido un sancta sanctorum infranqueable, sólo conocido por él y alguno de sus colaboradores de máxima confianza. Y es que Rafael del Pino es Ferrovial. 0 al revés. Hasta 1992, cuando su hijo tomó el día a día, dedicaba a la sociedad todas las horas del día. En ese terreno es férreo y sin fisuras, con un fuerte carisma, aunque algunos directivos que dejaron la empresa aseguran que de complicado trato.

Prueba del excesivo celo es el reducido consejo de administración, en el que están o han estado su cuñado Leopoldo Calvo Sotelo (está casa do con Ana María Calvo Sotelo), su primo José María López de Letona, su concuñado José Ignacio Cabrera, Claudio Boada y su hijo, consejero delegado. Ha hecho de Ferrovial un imperio, que creó en 1952 sobre una base familiar y con algunos amigos y compañeros, que no tardarían en venderle sus participaciones. Sobre la estructura de Ferrovial constituyó posteriormente otras entidades, Como Europistas y Eurovías. En los últimos años ha querido engordar su grupo y, con un espíritu guerrero que pocos conocían, protagonizó una de las batallas empresariales más apasionantes que se recuerdan, sobre todo porque enfrente tuvo a otro de los gigantes de la construcción española, la familia Entrecanales, cercana también a la beautiful. Corría 1990 y Del Pino y los Entrecanales -han recuperado la amistad- pujaron por el control de Cubiertas y MZOV, una constructora gobernada por la familia Messa, que se alió con Entrecanales. Salió derrotado, pero ganó: el 25,7% del capital que había conseguido agrupar lo vendió por 17.000 millones,. de los que 5.000 eran plusvalías. Cinco años después ha conseguido quedarse con una de las empresas más emblemáticas del sector, Agroman, por sólo 2.000 millones, y ahora su grupo es el tercero del sector.

Su actividad privada no le impidió ejercer durante pocos años en la empresa. pública. En 1972, su primo López de Letona, a la sazón ministro de Industria, le hizo presidente de Enagas. Del Pino se llevó como directores a Mariano Rubio y Carlos Bustelo (habitual como él de los veranos de Ribadeo).

Del Pino también ha entrado en las finanzas. Destinó una parte de sus ahorros al antiguo Hispano, en el que entró como consejero cuando lo presidía Boada. Hoy es uno de los principales accionistas individuales del Central Hispano, con el 1,4% del capital.

Sobre la firma

Archivado En