Butragueño vuelve a la lísta, y Martín Vázquez, a la suplencia

El Madrid desciende a la normalidad. Las citas de máxima expectación ante el Barcelona y el Deportivo ya son historia. Ahora tiene que hacer frente a uno de esos aparentemente partidos de trámite que pueblan el campeonato. La visita del Celta no despierta demasiadas, pasiones. Por ahí aparecen las preocupaciones del Madrid. Las sesiones de este corte suelen venir acompañadas de las mayores sorpresas. No en vano, el Celta posee una marca intimidante: sólo ha perdido dos encuentros fuera.El Madrid aparece lleno de novedades. El regreso a la convocatoria de Butragueño es la más relevante. El...

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El Madrid desciende a la normalidad. Las citas de máxima expectación ante el Barcelona y el Deportivo ya son historia. Ahora tiene que hacer frente a uno de esos aparentemente partidos de trámite que pueblan el campeonato. La visita del Celta no despierta demasiadas, pasiones. Por ahí aparecen las preocupaciones del Madrid. Las sesiones de este corte suelen venir acompañadas de las mayores sorpresas. No en vano, el Celta posee una marca intimidante: sólo ha perdido dos encuentros fuera.El Madrid aparece lleno de novedades. El regreso a la convocatoria de Butragueño es la más relevante. El símbolo del madridismo durante la última década llevaba tanto tiempo fuera del equipo que sus ausencias habían dejado de ser noticia. Su vuelta sí lo es. Como también la salida del equipo de Alfonso, dos meses después de su reaparición, porque Jorge Valdano no le acaba de ver en buena forma. O también, el regreso de Martín Vázquez al banquillo, una vez Laudrup acabó sus compromisos con la selección danesa.

"Supone una contrariedad dejar fuera a Rafá", dijo, Valdano para justificar la exclusión de Martín Vázquez, "porque lleva una trayectoria impecable. Está en un momento excelente, pero tenemos una plantilla larga. Dejar fuera a uno u otros siempre supone una situación dolorosa".

El futbolista trató de encajar su suplencia con normalidad. Con todo, en el tono de sus declaraciones se adivinó cierto malestar. "La realidad es que no juego", afirmó, "y no hay más historia. No me siento decepcionado".

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