LLAMADAS DE SOCORRO

Los bomberos tienen siempre trabajo y en todas partes. El lunes fueron los encargados de llevar a una mujer hasta un hospital en Francfort, (Alemania) pues los camilleros no podían con ella. La señora, que pesa 230 kilos, se encontró enferma y llamó al médico de urgencia. Varios hombres intentaron transportarla desde su casa, en el tercer piso, hasta una ambulancia, pero no pudieron con ella. Entonces, un enfermero llamó a los bomberos y éstos lograron sacarla de la vivienda a través de una ventana y por medio de una grúa. Más o menos a la misma hora, a muchos kilómetros de distancia, en Zambi...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Los bomberos tienen siempre trabajo y en todas partes. El lunes fueron los encargados de llevar a una mujer hasta un hospital en Francfort, (Alemania) pues los camilleros no podían con ella. La señora, que pesa 230 kilos, se encontró enferma y llamó al médico de urgencia. Varios hombres intentaron transportarla desde su casa, en el tercer piso, hasta una ambulancia, pero no pudieron con ella. Entonces, un enfermero llamó a los bomberos y éstos lograron sacarla de la vivienda a través de una ventana y por medio de una grúa. Más o menos a la misma hora, a muchos kilómetros de distancia, en Zambia, también un equipo de salvamento tuvo que socorrer a una mujer que pedía ayuda. Se encontraba bajo los escombros de una iglesia. Allí permanecía desde la noche anterior. Había ido para hacer el amor con su amante, y cuando estaban en el séptimo cielo la pared del templo se les cayó encima. Horas más tarde, unos transeúntes oyeron los gritos y pidieron ayuda. El servicio de rescate logró sacarla de los escombros, pero al hombre, desnudo, lo encontraron muerto.- AGENCIAS

Archivado En