Cartas al director

Televisión

No podernos pasar más días sin expresarles nuestro asombro por la rareza que han logrado los directivos de la televisión: levantar un tinglado de competencia mercantil perfecta con un modelo de televisión idéntico. Porque no nos negarán que ésa es la realidad, hay muchas empresas (públicas y privadas) operando, pero una sola televisión. Y para una que había distinta -esto va por La 2-, nos la reducen al común denominador por arte de birlibirloque. ¿Qué decir de las privadas? Ha sido uno de los episodios más decepcionantes. de estos años posmodemos. No sabemos si habrá por ahí más ingenuos, co...

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No podernos pasar más días sin expresarles nuestro asombro por la rareza que han logrado los directivos de la televisión: levantar un tinglado de competencia mercantil perfecta con un modelo de televisión idéntico. Porque no nos negarán que ésa es la realidad, hay muchas empresas (públicas y privadas) operando, pero una sola televisión. Y para una que había distinta -esto va por La 2-, nos la reducen al común denominador por arte de birlibirloque. ¿Qué decir de las privadas? Ha sido uno de los episodios más decepcionantes. de estos años posmodemos. No sabemos si habrá por ahí más ingenuos, como nosotros, que pensaron que iban a fortalecer la libertad de expresión, a aumentar la cultura media del país, el pluralismo. Lo que sí han conseguido es que la sociedad sea increíblemente complaciente con la horterada, la chabacanería, la ordinariez. Y han rebajado bastantes enteros esa cultura media. No podemos dejar de pensar que es esquizofrénica una sociedad que, por un lado, gasta enormes recursos materiales y humanos en formar y educar, y por otro, es tan tolerante con la poderosa herramienta de contracultura que han creado unos cuantos negociantes. Desde hace tiempo tenemos un sueno recurrente: nos levantamos por la mañana y oimos un estruendo terrible. Nos asomamos al balcón y vemos a todo el mundo arrojando furiosamente los televisores por las ventanas. Después, como en los entremeses clásicos, se juntan todos y bailan zarabandas por las calles, con la alegría de la libertad recuperada.-

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