Feliz rescate

Isabelle Autissier, salvada de las aguas cuatro días después de haber naufragado

La navegante francesa Isabelle Autissier fue rescatada ayer por la mañana después de haber permanecido cuatro días amarrada al casco de su velero, sin timón y sin mástil, en medio de un embravecido océano índico, a 900 millas de Adelaida. (Australia). Autissier, que embarrancó cuando participaba en la regata Vuelta al Mundo por escalas, fue rescatada ilesa por un equipo de salvamento que la seguía desde el aire desde que su nave naufragó. Autissier naufragó en la noche del martes al miércoles pasado al ser arrollada por una ola moñstruosa que la obligó a soltar sus radio-balizas de posición p...

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La navegante francesa Isabelle Autissier fue rescatada ayer por la mañana después de haber permanecido cuatro días amarrada al casco de su velero, sin timón y sin mástil, en medio de un embravecido océano índico, a 900 millas de Adelaida. (Australia). Autissier, que embarrancó cuando participaba en la regata Vuelta al Mundo por escalas, fue rescatada ilesa por un equipo de salvamento que la seguía desde el aire desde que su nave naufragó. Autissier naufragó en la noche del martes al miércoles pasado al ser arrollada por una ola moñstruosa que la obligó a soltar sus radio-balizas de posición para poder ser localizada por las autoridades marítimas australianas. Amarrada al casco de su nave y con una vía de agua en la popa, la navegante resistió cuatro días y cuatro noches el embate de las olas. La operación de rescate empezó a prepararse desde el mismo miércoles, pero las terribles condiciones meteorológicas frustraron. el intento. El viento llegó a soplar a una velocidad superior a 100 kilómetros por hora y las olas tuvieron hasta 15 metros de altura.

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Las autoridades australianas abordaron el rescate en cuanto el tiempo mejoró. Ocurrió el domingo por la mañana. Fue la misma Autissier, que pudo celebrar el Año Nuevo a bordo de la fragata lanzamisiles Darwin, quien describió cómo fue su rescate: "El viento soplaba de 20 a 25 nudos. El mar no. era demasiado duro. Había dormido por la noche y al alba apareció un helicóptero. Un hombre descendió desde el aparato' deslizándose por una cuerda hasta el velero. Me colocó una. cuerda alrededor de la cintura y nos izaron. Fue todo muy rápido". "Es la primera vez que utilizo mis balizas, que abandono mi barco y que voy en, helicóptero", dijo intentando ironizar sobre la situación vivida.

En buen estado de salud, de acuerdo con un informe de un equipo médico que la asistió, Autissier, de 38 años, afirmó que le invadía un profundo sentimiento de tristeza por tener que abandonar por primera vez su nave, el velero Ecureuil Poitou-Charentes. No existen muchas posibilidades de que se pueda recuperar la nave. "Muy difícil" vaticinó desolada la navegante. "Espero no haber cometido ningún error, pero no veo cómo podría haber salvado mi barco".

El equipo de rescate envió a Autissier el pasado viernes una radio. La navegante lanzó el siguiente mensaje a las autoridades australianas: "Tengo comida y agua de sobra para aguantar".

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