Retraso de 50 minutos en el Eurostar Londres-Bruselas

Precedido de un rodaje turbulento, marcado por retrasos, averías y desencuentros de variada índole, el servicio de trenes Eurostar entre París, Bruselas y Londres, se inauguro ayer para pasajeros de a pie con un récord de puntualidad: cuatro minutos menos de las tres horas previstas tardó el primer tren matinal en llegar al corazón de París.Pero en el viaje de vuelta no hubo tanta suerte. El primer tren Eurostar en sentido Londres-Bruselas tuvo a última hora de la tarde un retraso de 50 minutos a consecuencia de un problema técnico que obligó a parar él tren dentro del túnel bajo el Canal, seg...

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Precedido de un rodaje turbulento, marcado por retrasos, averías y desencuentros de variada índole, el servicio de trenes Eurostar entre París, Bruselas y Londres, se inauguro ayer para pasajeros de a pie con un récord de puntualidad: cuatro minutos menos de las tres horas previstas tardó el primer tren matinal en llegar al corazón de París.Pero en el viaje de vuelta no hubo tanta suerte. El primer tren Eurostar en sentido Londres-Bruselas tuvo a última hora de la tarde un retraso de 50 minutos a consecuencia de un problema técnico que obligó a parar él tren dentro del túnel bajo el Canal, según informó un portavoz dila Société Nationale des Chemins de Fer Belge (SNCB). La avería afectó a las puertas de interconexión entre los túneles de servicio y el de circulación, lo que aconsejó parar el tren por razones de seguridad. El incidente ha provocado la apertura de una investigación y el reembolso del precio del billete a los pasajeros.

En Gran Bretaña, la futura línea de alta velocidad entre Londres y Folkestone prevé reducir el tiempo del trayecto hasta la capital londinense. La verdadera velocidad del moderno tren -cada locomotora está equipada con una doble cabeza compuesta por tres motores que ha costado 24 millones de libras por unidad (más de 4.800 millones de pesetas), con capacidad para 800 pasajeros cada uno de los que sólo funcionarán dos en cada sentido hasta el verano, está aún lejos de alcanzarse.

La dificultad que el congestionado Sureste británico representa para el trazado de una nueva línea de alta velocidad, han "congelado" en tres horas un trayecto que en el futuro será tan sólo de dos horas y media. La realización de esta compleja obra, todavía en el cajón de los proyectos oficiales, y que no será adjudicada hasta el próximo verano, tardará no menos de ocho años en ser una realidad. Problemas medioambientales, derivados no sólo del viejo trazado ferroviario que habrá de ser reformado, sino de la alta densidad de población de la zona, han convertido al proyecto en una obra muy cara. La solución final para el trazado de alta velocidad entre la estación de Waterloo y el túnel de Folkestone, dependerá de una combinación de fuerzas entre capital privado y público.

La inauguración del servicio de pasajeros ha sido precedida, además, en lo que al Reino Unido se refiere, por una considerable confusión. Muchos británicos ignoran a estas alturas qué servicios son accesibles en estos momentos.

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