Piëch dice que 'Superlópez' compensa las pérdidas de dos fábricas de Volkswagen

El presidente del consorcio Volkswagen (VW), Ferdinand Piéch, ha declarado, en una entrevista que publica hoy el semanario de Hamburgo Die Woche, que no existen problemas entre él y el jefe de compras de VW, José Ignacio López de Arriortúa, y que los éxitos de la política de compras del ejecutivo vasco compensan las pérdidas actuales de dos fábricas del consorcio. En una entrevista insólita, por el tono abierto y descarado con que responde a las preguntas, Piéch afirma: "En la casa [VW] yo tengo todavía tres líneas opuestas, pero persiguen objetivos tan diferentes, que no representa...

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El presidente del consorcio Volkswagen (VW), Ferdinand Piéch, ha declarado, en una entrevista que publica hoy el semanario de Hamburgo Die Woche, que no existen problemas entre él y el jefe de compras de VW, José Ignacio López de Arriortúa, y que los éxitos de la política de compras del ejecutivo vasco compensan las pérdidas actuales de dos fábricas del consorcio. En una entrevista insólita, por el tono abierto y descarado con que responde a las preguntas, Piéch afirma: "En la casa [VW] yo tengo todavía tres líneas opuestas, pero persiguen objetivos tan diferentes, que no representan ningún peligro". Revela Piéch que alguien de VW llegó incluso a instalar, sin su conocimiento, una grabadora en su casa, para registar una entrevista de él con Jack Smith, el jefe de la General Motors. Este consorcio tiene pendiente un contencioso contra López, a quien acusa de haber realizado espionaje industrial para VW, cuando abandonó General Motors.

Según Piéch, en el mejor de los casos, VW ha conseguido ya el 20% en el camino de sobrevivir en la competición global y reconoce haber encontrado resistencia en la empresa, porque "las transformaciones van unidas a fuerte resistencia". El comité de empresa, asegura Piéch, parece haber comprendido que se acabaron los tiempos en que se exigía algo y la presidencia de VW lo concedía. "He conocido aquí entre los trabajadores a unos cuantos muy inteligentes, que se dieron cuenta que no había más para repartir y que todo iba cuesta abajo".

Sobre el modelo de reducción de la jornada laboral a cuatro días, implantado en VW, cree Piéch que se mantendrá y no se volverá al anterior. "Me puedo imaginar que se trabaje seis días en primavera y tres en otoño, porque ese es el ciclo en la construcción de automóviles", dice. El jefe de VW considera que no se debe producir para almacenar, "porque los panes frescos saben mejor que los que se sacan del congelador". "La acumulación estacional nos cuesta 1.000 millones de marcos [83.000 miIlones de pesetas]", afirma.

Asegura Piéch que en Wolfsburg, la casa madre del consorcio, los trabajadores han comprendido mejor la nueva filosofía empresarial que los gerentes. Se lamenta el jefe de VW de la cobardía y falta de sentido innovador de muchos mandos. "Hay naturalmente gente buena, pero los administradores políticos los arrinconaron de tal forma, que no aparecían".

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