"Mirrad, un chico de Bosnia" llega tras su éxito europeo

El holandés Ad de Bont es uno de los autores europeos más populares en el campo del teatro infantil y juvenil. Su último éxito, Mirrad, ha sido llevado a escena por un grupo de jóvenes - intérpretes catalanes que se autodefinen como charnegos (con padre o madre de fuera de Cataluña). "No importa dónde haya guerra; ésta nace en cada uno de nosotros, y nos daremos por satisfechos si algún espectador consigue descubrir que es así cuando vea nuestro montaje", afirman los actores al abordar un problema que consideran cercano.La obra, escrita en 1993 para teatro infantil y juvenil (el propio ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El holandés Ad de Bont es uno de los autores europeos más populares en el campo del teatro infantil y juvenil. Su último éxito, Mirrad, ha sido llevado a escena por un grupo de jóvenes - intérpretes catalanes que se autodefinen como charnegos (con padre o madre de fuera de Cataluña). "No importa dónde haya guerra; ésta nace en cada uno de nosotros, y nos daremos por satisfechos si algún espectador consigue descubrir que es así cuando vea nuestro montaje", afirman los actores al abordar un problema que consideran cercano.La obra, escrita en 1993 para teatro infantil y juvenil (el propio autor la recomendó para niños a partir de los nueve años), ha sido la pieza más representada en Alemania durante este año.

Realidad y ficción

La obra, que en la adaptación española se llama Mirrad, un chico de Bosnia, pretende aportar tanta información real y documentada sobre el mundo de los refugiados bosnios como aspectos líricos y poéticos.Este contraste ha provocado dificultades tanto a Artur Trías, director de la puesta en escena como a Manel Casanovas y Verónica Raventós, los actores que interpretan el montaje. "El resultado nos ha gustado mucho, y parece que al público también, pero nos costó mucho fusionar estos elementos tan contrastados, sobre todo teniendo en cuenta que los personajes no responden a una personalidad determinada, si no a un prototipo humano universal", afirma Raventós.

La acción ha sido trasladada por el grupo a España, concretamente centro de refugiados de Leganés, con el fin de acercar lo más posible el mundo del protagonista, un refugiado, a la realidad. "Nuestra mayor satisfacción es que, cuando nos han visto refugiados, se han emocionado, porque consideran que nuestra puesta en escena es sincera y real", dicen los dos actores.

Mirrad, un chico de Bosnia. Sala Cuarta Pared. Calle de Ercilla, 17. Del 20 al 2:3 y del 27 al 30 de octubre. A las 21.00. Entrada, 900 pesetas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En