TENIS

"No hay espectáculo"

Las dos últimas leyendas del tenis masculino mundial, John McEnroe y Jiminy Connors, han levantado su voz en los últimos meses para pro clamar que detrás de ellos ha quedado poco menos que el desierto. "Los jugadores actuales no son comparables a gente anterior como McEnroe o yo mismo, porque todos juegan igual, bombardeando la bola, sin un estilo propio. Y el público empieza a estar harto de esta situación. No hay espectáculo como antes", comentó Connors en uno de los torneos de veteranos en que participó. Tanto Connors como McEnroe señalaron que el público había perdido parte de su interés p...

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Las dos últimas leyendas del tenis masculino mundial, John McEnroe y Jiminy Connors, han levantado su voz en los últimos meses para pro clamar que detrás de ellos ha quedado poco menos que el desierto. "Los jugadores actuales no son comparables a gente anterior como McEnroe o yo mismo, porque todos juegan igual, bombardeando la bola, sin un estilo propio. Y el público empieza a estar harto de esta situación. No hay espectáculo como antes", comentó Connors en uno de los torneos de veteranos en que participó. Tanto Connors como McEnroe señalaron que el público había perdido parte de su interés por el deporte del tenis. Y esas mismas especulaciones se reflejaron durante el Open de Estados Unidos en varios medios de comunicación. Pero la organización del torneo americano explicó en uno de sus comunicados que el viernes de la primera semana se había batido el récord de asistencia.Toda esta campaña de desprestigio provocó que varios de los mejores jugadores del momento y algunos históricos como Rod Laver, Roy Emerson o Ken Rosewall saltaran a la palestra para salir al paso a esta constante agresión. "Es posible que ellos tuvieran más carisma que algunos de los actuales jugadores", explicó Rosewall. "Pero el número uno, Pete Sampras, no tiene nada que envidiar a ninguno de los dos. Y, además, es un caballero de la pista. Muy al contrario de McEnroe, cuyo nombre ha ido ligado tanto a éxitos como a escándalos".

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Sin embargo, las críticas más duras a McEnroe y a Connors las vertieron Boris Becker y, sobre todo, Jim Courier. "Cada etapa de la historia ha tenido jugadores que han elevado el nivel del juego y su popularidad", dijo Becker. "Cuando Laver se retiró muchos pudieron pensar lo mismo que ahora Connors o McEnroe. Sin embargo, el tenis sobrevivió. Igual sucederá ahora. Tal vez no tengamos su carisma, pero el público sigue interesado por este deporte". Courier fue incluso un poco más lejos. Analizó la trayectoria de McEnroe y Connors y explicó que fueron dos grandísimos campeones. "Pero si mi hijo jugara al tenis y tuviera un comportamiento como el de Connors al principio de su carrera o el de McEnroe, no permitiría que siguiera jugando", concluyó.

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