Cartas al director

Ecología cultural

Que soy síntoma y síndrome de algún mal padecido por Pérez Ramos es cosa evidente. Ya hace años, su primera colaboración en EL PAÍS, El filósofo escénico, me estaba dedicada. A partir de entonces, con obsesiva fidelidad, aparezco por una u otra punta de sus prolijos artículos. Tanta atención a alguien cuyas ideas no se discuten pero cuya presencia pública no cesa de lamentarse puede no ser envidia, pero, desde luego, resulta, un poco morbosa.En su reciente carta (publicada el 14 de setiembre), tras realizar el catálogo completo de mis actividades y suponerme alguna más, se declara poseí...

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Que soy síntoma y síndrome de algún mal padecido por Pérez Ramos es cosa evidente. Ya hace años, su primera colaboración en EL PAÍS, El filósofo escénico, me estaba dedicada. A partir de entonces, con obsesiva fidelidad, aparezco por una u otra punta de sus prolijos artículos. Tanta atención a alguien cuyas ideas no se discuten pero cuya presencia pública no cesa de lamentarse puede no ser envidia, pero, desde luego, resulta, un poco morbosa.En su reciente carta (publicada el 14 de setiembre), tras realizar el catálogo completo de mis actividades y suponerme alguna más, se declara poseído por cierta "melancolía: la del esfuerzo inútil". Ahora bien, ¿por qué mi poligrafismo o cualquier otra perversidad mía han de hacer inútil el esfuerzo de Pérez-Ramos, sea tal esfuerzo el que fuere, animal, vegetal o cosa? Si las ambiciones de Pérez-Ramos nada tienen que ver con las mías, ni pretende competir en nada conmigo, ni busca el fácil halago del, público, ni aspira a salir en el programa de Hermida junto a Ramoncín, entonces, ¿por qué siente su esfuerzo como inútil y se pone melancólico? ¿Qué tendrá Pérez-Ramos, de cuya pluma de fresa se escapan suspiros de tantas páginas?

Yo hablé en mi carta de "fatuidad contrariada"; Pérez-Ramos se declara aquejado por "la melancolía del esfuerzo inútil". El diagnóstico es el mismo, en versión emic y etic. De modo que yo también doy por concluido el incidente, hasta que Pérez-Ramos sufra una recaída en su sin- Pasa a la página siguiente Viene de la página anterior drome y nos encontremos de nuevo al pie de esta misma página. Me gusta charlar de ecología cultural.-

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