LA POLITICA ANTITERRORISTA

El pacto contra ETA entra en cuarentena

El Gobierno se compromete a que el fiscal pueda recurrir la concesión del tercer grado a los presos

El pacto antiterrorista no ha muerto, pero permanecerá en cuarentena, al menos, hasta después de las elecciones vascas, previstas para el 23 de octubre. El ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, no consiguió ayer que los 12 partidos firmantes del pacto de Madrid plasmasen en un comunicado conjunto la recuperación del consenso contra ETA. El PP, en primer lugar, y el PNV, luego, se opusieron a suscribir un comunicado que hubiera puesto punto final a la polémica sobre la reinserción que ha enfrentado a las fuerzas democráticas a lo largo del verano. A pesar de las declaraciones t...

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El pacto antiterrorista no ha muerto, pero permanecerá en cuarentena, al menos, hasta después de las elecciones vascas, previstas para el 23 de octubre. El ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, no consiguió ayer que los 12 partidos firmantes del pacto de Madrid plasmasen en un comunicado conjunto la recuperación del consenso contra ETA. El PP, en primer lugar, y el PNV, luego, se opusieron a suscribir un comunicado que hubiera puesto punto final a la polémica sobre la reinserción que ha enfrentado a las fuerzas democráticas a lo largo del verano. A pesar de las declaraciones tranquilizadoras de la mayoría de los partidos, en el sentido de que el pacto sigue vigente en la medida en que nadie lo ha roto, el PP dejó claro que mantiene sus objeciones a la política antiterrorista del Gobierno; como mínimo, hasta la próxima reunión de los firmantes del acuerdo, que será convocada en noviembre.

"Se abre un compás de espera. Sólo el tiempo podrá decir si el Gobierno es capaz de rectificar y hacer una política acordada y consensuada", dijo el secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos, para justificar la actitud de su partido. No quiso, sin embargo, concretar la duración de este plazo, ni la decisión que tomará si, una vez transcurrido el mismo, el resultado no fuera satisfactorio. "El PP ha reclamado al Gobierno una rectificación en la política antiterrorista para poner fin a la unilateralidad y hoy el Gobierno no ha rectificado", sentenció.La única nota positiva fue su valoración favorable de las dos propuestas que puso sobre la mesa el ministro Belloch para intentar aproximar posiciones: el compromiso de incrementar la información, tanto por canales bilaterales como multilaterales; y el anuncio de una próxima reforma del reglamento penitenciario para incrementar el control judicial de la reinserción. Dicha reforma obligaría a comunicar al fiscal cualquier decisión que implique la concesión del tercer grado y el régimen abierto a un preso de ETA para que el fiscal, si lo estima conveniente, recurra ante el juez de vigilancia penitenciaria. Hasta ahora, el juez sólo interviene si la administración deniega el tercer grado y el recluso apela, pero no en caso contrario.

Llamamiento dramático

Las propuestas de Belloch se recogían en uno de los tres puntos del comunicado que el representante del PSOE, Txiki Benegas, propuso firmar a los asistentes a la reunión. Los otros dos puntos incluían una reafirmación de la validez de los pactos antiterroristas y una expresión del propósito de todos los partidos de intentar conseguir una interpretación común del apartado 9 del pacto de Ajuria Enea, el referido a la reinserción. Ante la negativa del PP a firmar el comunicado, varios asistentes propusieron a los representantes de dicho partido que redactaran ellos mismos el texto, lo que también rechazaron. En tono dramático, según algunos asistentes, Belloch, advirtió, por su parte, al PP que su actitud supondría un "éxito" para ETA, al evidenciar la falta de unidad de las fuerzas democráticas y que los próximos días podría producirse una nueva escalada de atentados terroristas. Por lo que pidió que, al menos, en sus declaraciones públicas, los representantes de los partidos democráticos se ciñeran a los tres puntos del frustrado comunicado. Sólo lo consiguió a medias.

Álvarez Cascos justificó, en su comparecencia pública, la negativa del PP a firmar un texto común, argumentando que "es mejor que cada uno precise su posición y evitar confusiones derivadas de un comunicado precipitado". En el seno de la reunión, el representante del PNV, Iñaki Anasagasti, se desvinculó del texto del conjunto, limitándose a señalar que no lo consideraba conveniente.

Buena parte de la reunión, que se prolongó durante tres horas y media, se dedicó a reproducir los reproches que los últimos meses se han cruzado los partidos a través de los medios de comunicación. Álvarez Cascos, acompañado por el presidente del PP vasco, Jaime Mayor Oreja y el ex ministro de Interior, Rodolfo Martín Villa, acudió pertrechado con un voluminoso dossier de prensa, que le sirvió para documentar sus críticas al Gobierno por tomar. decisiones unilaterales en materia de diálogo con ETA o reinserción de presos. Los representantes del PP llegaron a acusar al PSOE de haber pactado con KAS, el conglomerado político que encabeza ETA, una tregua a cambio de contrapartidas imprecisas. Benegas le replicó que la única vez que su partido dialogó con HB le exigió un cese definitivo de la violencia sin más oferta a cambio que la aplicación del pacto de Ajuria Enea. En cambio,dijo Benegas, en uno de los momentos más tensos de la reunión, el PP mantiene contactos permanentes con HB a través del presidente navarro, Juan Cruz Alli.

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Frente a la acusación de aplicar una política de excarcelaciones masivas y reinserción sin límite, Benegas afirmó que este año sólo se ha concedido el tercer grado a cinco presos por decisión administrativa, una cifra muy inferior a la de años anteriores. Álvarez Cascos, por el contrario, incidió en los 105 etarras que han sido reinsertados desde 1989, sin que su partido recibiera nunca información alguna. Por la tarde, el presidente del Gobierno Felipe González se limitó a calificar de "positiva salvo excepciones" la reunión del pacto de Madrid, cuando fue preguntado en los pasillos del Congreso.

El presidente del PP, José María Aznar, rechazó las acusaciones de insolidaridad que recibió su partido y se reafirmó en las "expresiones y posiciones" de los representantes populares.

"Vamos a ver si entre todos contribuimos a que la banda terrorista ETA desaparezca", añadió.

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