"Estoy en una nube"

Arantxa Sánchez confesó que esta vez también había llorado. Es algo que a lo largo de su carrera ha hecho en contadas ocasiones. Lo hizo en su primer Roland darros, en 1989, y ayer tampoco lo pudo evitar. Sus palabras, tras haber vencido a Graf, delataban que su estado de ánimo estaba flotando. Era casi incapaz de controlarlo. "Estoy en una nube", comentó. "No encuentro palabras para expresar lo que siento ahora mismo. Estoy muy satisfecha porque este título es el que más deseba después de Roland Garros. Y me siento tan feliz como cuando gané en París".La tenista española no escondió su al...

Arantxa Sánchez confesó que esta vez también había llorado. Es algo que a lo largo de su carrera ha hecho en contadas ocasiones. Lo hizo en su primer Roland darros, en 1989, y ayer tampoco lo pudo evitar. Sus palabras, tras haber vencido a Graf, delataban que su estado de ánimo estaba flotando. Era casi incapaz de controlarlo. "Estoy en una nube", comentó. "No encuentro palabras para expresar lo que siento ahora mismo. Estoy muy satisfecha porque este título es el que más deseba después de Roland Garros. Y me siento tan feliz como cuando gané en París".La tenista española no escondió su alegría por haber logrado el título derrotando a la número uno mundial. "Era la mejor forma de acabar el torneo", confesó. "Mi sueño se ha convertido en realidad. Y desde el segundo set he tenido al público a mi lado, animándome y diciéndome: adelante Arantxa, vas a ganar. Creo que ese aspecto ha sido fundamental. Me ha ayudado bastante".

Sin embargo, lo que cambió el signo de la final fue la modificación táctica que impuso a su juego a partir de la segunda manga. "En realidad, durante el primer set estaba más pendiente de lo que hacía Graf, que de mi propio juego. Por eso perdí tan fácilmente. Pero nunca pensé que podía repetirse la historia de la final del Open de Australia (Graf ganó 6-0, 6-2). Sabía que debía cambiar de táctica, que debía jugar de forma más agresiva y subiendo más a la red. Y en cuanto lo hice gané más puntos".

Para Arantxa, no obstante, Graf sigue siendo la número uno mundial. "Eso es lo que dicen las computadoras", aseguró. Y añadió: "Lo único que yo puedo decir es que esta es mi mejor temporada y que he ganado dos Grand Slam y he jugado la, final en otro. Y también, que mi juego está cada vez más cerca del de Steffi. Pero aún no puedo proclamar que soy la primera jugadora mundial. Espero que eso ocurra algún día. Pero ni tengo prisa ni me lo marco como objetivo".

Sin embargo, Arantxa reconocióp que ya estaba a un nivel similar al de Graf. "No se nos puede comparar. Jugamos de dos formas muy distintas. Pero cada vez me veo con más capacidad para ganarla en cualquier tipo de superficie. Desde 1989 las cosas han cambiado mucho.

Coja los resultados que ha atesorado Arantxa esta temporada, dentro de unos meses será proclamada campeona del mundo por la federación Internacional. "Todo deportista aspira a estos galardones", reconoce la española. "Creo que no me han regalado nada. Todo me lo he ganado a pulso. Lo que he logrado esta temporada es mucho. No puedo pedir más. He demostrado que no soy sólo una jugadora de tierra batida. Para ser la mejor del mundo debes ser capaz de eso".