¡QUÉ TRISTES ESTÁN LAS 'GUNILLAS'

Al pastel marbellí le falta la guinda: una guinda con monóculo. Sucede que los achaques de salud de don Jaime de Mora y Aragón han alejado al aristócrata de la jet de las fiestas veraniegas. El hermano de Fabiola de Bélgica sufre los rigores de una osteoporosis que le recluye en la cama con el burrito blanco y le aleja del festejo canicular: ¡qué tristes están las gunillas! El pachucho vividor, verdadero precursor de los inversores árabes, es puro dolor, aseguran sus amigos, que tanto echan de menos a este aristócrata del monóculo.-...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Al pastel marbellí le falta la guinda: una guinda con monóculo. Sucede que los achaques de salud de don Jaime de Mora y Aragón han alejado al aristócrata de la jet de las fiestas veraniegas. El hermano de Fabiola de Bélgica sufre los rigores de una osteoporosis que le recluye en la cama con el burrito blanco y le aleja del festejo canicular: ¡qué tristes están las gunillas! El pachucho vividor, verdadero precursor de los inversores árabes, es puro dolor, aseguran sus amigos, que tanto echan de menos a este aristócrata del monóculo.-

Archivado En