Crítica:

La colina de los diablos de acero

2.25 / TVE-1Men in war. Estados Unidos, 1957 (101 minutos). Dirección: Anthony Mann. Guión: Philip Yordan. Fotografia: Ernest Haller. Música: Elmer Bernstein. Intérpretes: Robert Ryan, Aldo Ray. Bélica.Un magnífico filme bélico en el que se describe la vida cotidiana de los militares que de verdad sufren los conflictos: los soldados rasos. Para algunos superiores son sólo fichas que se mueven en un mapa. Para otros, son seres de carne y hueso. Son ellos los que toman las posiciones inexpugnables, los que siempre están en el fregado, aquellos para los que la gloria es sólo ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

2.25 / TVE-1Men in war. Estados Unidos, 1957 (101 minutos). Dirección: Anthony Mann. Guión: Philip Yordan. Fotografia: Ernest Haller. Música: Elmer Bernstein. Intérpretes: Robert Ryan, Aldo Ray. Bélica.Un magnífico filme bélico en el que se describe la vida cotidiana de los militares que de verdad sufren los conflictos: los soldados rasos. Para algunos superiores son sólo fichas que se mueven en un mapa. Para otros, son seres de carne y hueso. Son ellos los que toman las posiciones inexpugnables, los que siempre están en el fregado, aquellos para los que la gloria es sólo la supervivencia en medio de lluvias de plomo y hierro. Ambientada en la Guerra de Corea, la película describe las andanzas de un batallón, cuyos miembros luchan contra el enemigo pero también entre ellos. Como siempre, Anthony Mann da la talla.

Sobre la firma

Archivado En