El director general de RTVE reconoce que no está haciendo la televisión que le gustaría

El director general de RTVE, Jordi García Candau, clausuró ayer el curso Las televisiones públicas en la Europa del 2000, que se ha celebrado durante esta semana en la Universidad Complutense. El máximo responsable de la televisión pública confesó que no está haciendo la televisión que le gustaría, y exigió a los partidos políticos una respuesta definitiva sobre el modelo de financiación de RTVE: "Pocas personas han predicado en el desierto tan estérilmente como yo", dijo refiriéndose a este tema.El director general de RTVE acusó de cinismo a los que señalan a la BBC como paradigma de l...

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El director general de RTVE, Jordi García Candau, clausuró ayer el curso Las televisiones públicas en la Europa del 2000, que se ha celebrado durante esta semana en la Universidad Complutense. El máximo responsable de la televisión pública confesó que no está haciendo la televisión que le gustaría, y exigió a los partidos políticos una respuesta definitiva sobre el modelo de financiación de RTVE: "Pocas personas han predicado en el desierto tan estérilmente como yo", dijo refiriéndose a este tema.El director general de RTVE acusó de cinismo a los que señalan a la BBC como paradigma de lo que debe ser una empresa pública, especialmente porque no emite publicidad, pero omiten que se financia íntegramente con dinero público. Candau comparó la cifra de 300.000 millones de pesetas que obtuvo la BBC en 1993 con los 27.000 millones que ingresó RTVE por el mismo concepto.

A continuación, Candau lanzó duros ataques a sus competidoras. "Si el monopolio de la televisión no ha sido del todo rechazable, el monopolio o el oligopolio privado representa una sorda amenaza contra la libertad de expresión, pues implica sujetar a los medios de comunicación a intereses sectoriales que no dejan de ocultar unas ideologías y unas ambiciones de naturaleza política", señaló.

También hizo referencia a la caída en picado de los precios de los espacios publicitarios, y dijo que en algunos casos ya es el programa el que interrumpe a la publicidad, y no al revés.

Sobre la programación, manifestó sus deseos de una mayor calidad para la primera cadena. En referencia al éxito de. Quién sabe dónde -unos de los buques insignia de TVE-1-, dijo que cumple una función loable de servicio público, "aunque tal vez con algunos resbalones inevitables en un terreno resbaladizo". Según él, este programa es similar a la crónica de sucesos que publica diariamente la prensa, "sin que nadie se lleve Ias manos a la cabeza"

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