Cartas al director

Humanicemos las leyes para los niños

He leído, consternada, la noticia de que una niña malagueña es separada. de sus padres adoptivos por la ley. Sencillamente, porque la ley no permite que una niña que tiene unos padres biológicos que no la pueden o quieren cuidar no puede ser atendida por otros que le dan todo su cariño sin nada a cambio. Pero lo absurdo, lo inhumano del caso, es que la ley se haya aplicado como se ha aplicado: sin avisar, porque una ley es una ley. Probablemente, la niña tendría su vida perfectamente organizada, como la tienen todos los niños a tan corta edad. Irrumpiendo en ella -siendo recogida a la salida d...

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He leído, consternada, la noticia de que una niña malagueña es separada. de sus padres adoptivos por la ley. Sencillamente, porque la ley no permite que una niña que tiene unos padres biológicos que no la pueden o quieren cuidar no puede ser atendida por otros que le dan todo su cariño sin nada a cambio. Pero lo absurdo, lo inhumano del caso, es que la ley se haya aplicado como se ha aplicado: sin avisar, porque una ley es una ley. Probablemente, la niña tendría su vida perfectamente organizada, como la tienen todos los niños a tan corta edad. Irrumpiendo en ella -siendo recogida a la salida del colegio por personas extranas que nunca más la llevarían a su hogar- sólo se habrá conseguido confundir a la pequeña y sumirla en la más absoluta desolación.Reconozco que no se puede acoger en una familia a cualquier niño que te ofrezcan sin más ni más; pero peor es tenerlo recogido -palabra que me resulta desagradable- en un centro, por muy maravilloso que sea. ¿Dónde encontrará la niña más calor y cariño: con una familia que la quiere o entre unas personas -enfermeras, asistentes sociales, psicólogos... en el mejor de los casos- que, tras cumplir sus ocho horas de trabajo diario, se olvidan de ella para reunirse con sus hijos, con los que estarán el resto del día y, de los que, por supuesto, no se habrán olvidado nunca?

Vaya con esta carta todo mi apoyo a la familia García. Si quieren a esa niña, luchen por su adopción. Y no tarden, para que este lapso de tiempo en el que vive separada de ustedes sea para ella como un túnel oscuro que nunca debió atravesar porque una ley es una ley.-

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