Cartas al director

Torneo '3 contra 3' en el Retiro

Se celebró en Madrid, los días 18 y 19 de junio, la gran fiesta del baloncesto callejero. Todo un éxito para niños y organizadores, y hubiera quedado redondo si casos como el que quiero denunciar no hubieran sucedido. Eran las 15.00 del día 19, en la pista número 43 acaba de finalizar el partido: Corazonistas All Star, 16; Villalba, 14.Los perdedores no están conformes, reclaman, pero el juez-árbitro reconoce como ganadores a los primeros. Los chavales, de 12 años, están agotados pero locos de alegría. Cuando los niños van a disputar las semifinales se encuentran con que están descalificados p...

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Se celebró en Madrid, los días 18 y 19 de junio, la gran fiesta del baloncesto callejero. Todo un éxito para niños y organizadores, y hubiera quedado redondo si casos como el que quiero denunciar no hubieran sucedido. Eran las 15.00 del día 19, en la pista número 43 acaba de finalizar el partido: Corazonistas All Star, 16; Villalba, 14.Los perdedores no están conformes, reclaman, pero el juez-árbitro reconoce como ganadores a los primeros. Los chavales, de 12 años, están agotados pero locos de alegría. Cuando los niños van a disputar las semifinales se encuentran con que están descalificados porque un señor, que lució impúdicamente toda la jornada una tarjeta vip colgada del cuello, tiene un hijo en el equipo perdedor y le gustaría que disputara la final. Éste impugnó el acta del árbitro (entiéndase: habló con un amigo, supervisor general del torneo), y todo arreglado. Se tachó el nombre de los ganadores y encima se puso el de los recomendados.

-Papá,¿por qué si hemos ganado nosotros, juegan ellos?

-Hijo, en esta sociedad todavía hay que tener influencias y pocos escrúpulos.

A los hijos hay que decirles la verdad, aunque duela.-

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