Entrevista:

"Para ser maravillosa del todo, a Madrid sólo le faltaba Laudrup"

En décimas de segundo Alfonso Arús puede pasar de ser Alfredo di Stefano a transformarse en Lola Flores, Jesús Gil o Julio Iglesias. El atasco de las grandes ciudades es su mayor aliado: cada mañana, miles de españoles, desde las radios de sus automóviles, son testigos de los cambios de personalidad de este barcelonés de 33 años que lleva ocho conduciendo uno de los programas de mayor audiencia de la radio española, Arús con leche. Y en televisión, programas como Videos de primera, Al ataque o El chou han contribuido a elevar esa popularidad que nunca pensó llegar a tener cuando...

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En décimas de segundo Alfonso Arús puede pasar de ser Alfredo di Stefano a transformarse en Lola Flores, Jesús Gil o Julio Iglesias. El atasco de las grandes ciudades es su mayor aliado: cada mañana, miles de españoles, desde las radios de sus automóviles, son testigos de los cambios de personalidad de este barcelonés de 33 años que lleva ocho conduciendo uno de los programas de mayor audiencia de la radio española, Arús con leche. Y en televisión, programas como Videos de primera, Al ataque o El chou han contribuido a elevar esa popularidad que nunca pensó llegar a tener cuando comenzó hace casi 15 en Radio Juventud de Barcelona. Su peculiar sentido del humor y el acierto de sus chascarrillos, que luego todo el mundo repite, son la clave de su éxito. A modo de promoción, han repartido cruasanes por las calles durante toda la semana. Los madrileños madrugadores habrán mojado esta mañana en el Arús con leche los últimos 25.000.Pregunta. ¿Repetir que es usted catalán y no catalanista lo hace para que le acojan bien en Madrid?

Respuesta. En Madrid siempre me han acogido muy bien, y vengo muchísimo. Pero es que Madrid acoge muy bien a todo el mundo. Y encima ahora viene Laudrup, lo que le faltaba para ser maravillosa del todo. Cuando hacíamos Vídeos de primera vivía tres días a la semana en Madrid y la conozco muy bien. Además, he tenido siempre muy buena audiencia, tanto en radio como en televisión. En algunas ocasiones mayor que en Cataluña. Si tienes visión sólo localista te cuesta luego entrar en otros sitios.

P. ¿Es usted periodista, humorista o imitador?

R. Con todo mi cariño, ni humorista ni imitador. Tratar la actualidad en clave de humor, como hago yo, es más hacer periodismo que hacer humor. Si la gente se ríe, bien. Y si no, pues mala suerte, pero por lo menos tiene actualidad.

P. ¿Y si diera las noticias serio?

R. No sabría. Me costaría convencer a la gente de algo que yo no estoy convencido.

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P. ¿Arús con leche es una reunión de amiguetes que hacen terapia de grupo en público o van a acabar ustedes esquizofrénicos imitando a tanto personaje?

R. Somos esquizofrénicos. En la ducha, en casa, con mis hijas... acabamos haciendo la voz del personaje. Todos los miembros del equipo tenemos un desdoblamiento de personalidad gravísimo. Pero es verdad que lo que hacemos lo pueden hacer cuatro amiguetes en cualquier café, casa o bar de facultad...

P. ¿Cómo sientan en la Zarzuela o en el Vaticano sus imitaciones del Rey o del Papa?

R. La Casa Real nunca ha dicho nada, y creo que no tendría por qué molestarse. Y aunque no hay una postura oficial de la Iglesia, sí recibimos muchas llamadas de curas y gente del Opus que nos dicen que no les sienta bien que imitemos al Papa o a Escrivá de Balaguer.

P. ¿No es reírse de la desgracia ajena emitir vídeos domésticos de gente que se despeña por un barranco o parodiar los reality-shows?

R. De la desgracia ajena procuro no reírme. Otra cosa es el que airea su desgracia. Exhibiéndola en un escaparate comete el primer pecado, y tenemos todo el derecho a reímos de eso. La gente que sufre de verdad no está para ese tipo de historias.

P. ¿Quién va a ganar el Mundial?

R. Brasil.

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