Los nuevos auditores, del Grupo Torras dudan e la viabilidad de la empresa como negocio

La auditoría del ejercicio de 1993 del Grupo Torras es demoledora. Ernst & Young, el auditor encargado de fiscalizar las cuentas del holding de KIO en España desde 191.13, tras sustituir a Coopers and Lybrand, enumera nada menos que 14 salvedades, cifras que no ha podido comprobar e inversiones imposibles de valorar que le impiden evaluar el estado real de la sociedad. "No podemos expresar una opinión sobre las cuentas anuales del Grupo Torras de 1993% dice laauditoría. Incluso sin las salvedades, los resultados son contundentes. Torras acabó el año pasado con un patrimonio negativo de 195.101...

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La auditoría del ejercicio de 1993 del Grupo Torras es demoledora. Ernst & Young, el auditor encargado de fiscalizar las cuentas del holding de KIO en España desde 191.13, tras sustituir a Coopers and Lybrand, enumera nada menos que 14 salvedades, cifras que no ha podido comprobar e inversiones imposibles de valorar que le impiden evaluar el estado real de la sociedad. "No podemos expresar una opinión sobre las cuentas anuales del Grupo Torras de 1993% dice laauditoría. Incluso sin las salvedades, los resultados son contundentes. Torras acabó el año pasado con un patrimonio negativo de 195.101 millones, lo que plantea "incertidumbre sobre la continuidad de la sociedad como negocio".

Los casi 200.000 millones de pesetas de patrimonio negativo del Grupo Torras en 1993 estimado por los auditores resultan de añadir al desastroso estado de sus cuentas en ejercicios anteriores los 52.123 millones de pesetas de pérdidas del año pasado.La auditoría de ese ejercicio, entregada el miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), es la primera que realiza la empresa Errist & Young del holding inversor de KIO en España. El Instituto de Contabilidad, Auditoría y Cuentas (ICAC) multó al anterior auditor, Coopers & Lybrand, quien había fiscalizado los ejercicios anteriores. En diciembre de 1992, Grupo Torras presentó la mayor suspensión de pagos de in historia de España, con una deuda de 243.000 millones de pesetas.

Con ser impresionantes, los malos resultados de Torras no se detienen en los 52.000 millones que oficialmente aparecen en el balance. El auditor señala que, a 31 de diciembre de 1993, la filial londinense Torras Hostench London mantiene una deuda con la sociedad de más de 21.000 millones de pesetas. Si se recuerda que Torras Hostench London está en proceso de liquidación, no sorprende que Ernst & Young escriba en su informe lo siguiente: "Por todo ello, no puede determinarse la recuperabilidad del valor neto en libros del saldo deudor mencionado". Y añade a renglón seguido, haciendo patente sus sospechas de que pudiesen existir operaciones a las que no ha tenido acceso: "Ni si, en su caso, pudieran derivarse pasivos adicionales a los registrados".

Todo un reguero de créditos y deudas, que no cuentan con provisión alguna, completan el panorarna. Existen más de 15.000 millones de pesetas de saldos netos a cobrar a empresas relacionadas con el grupo y a otros deudores sin provisionar. Ello, a pesar de que, como señala el auditor, existen serias dudas de que se acaben cobrando, "por la deteriorada situación financiera de los deudores".

La multa de 1.300 millones de pesetas que el Ministerio de Economía impuso a Torras por diversas violaciones de la ley del mercado de valores, así como las actas por un importe aproximado de 1.218 millones que levantaron las autoridades fiscales hasta el ejercicio 1989 son otras dos cantidades para las que la sociedad no ha recogido provisión alguna en las cuentas de 1993.

Peligros sin cuantificar

Además de todas las salvedades anteriores -y otras de menor cuantía- que suman aproximadamente 18.000 millones de pesetas y que habría que añadir a las pérdidas, Errist & Young señala otro peligro para Torras, esta vez sin cuantificar. "A la fecha de emisión de este informe, existen una serie de compromisos y contingencias que podrían derivar para la sociedad en potenciales pérdidas", asegura el texto.

La lista de estos "compromisos y contingencias" se extiende a continuación a lo largo de más de 19 apartados, en su mayoría relacionados con actuaciones del antiguo equipo gestor, apartado de la dirección de Torras en mayo de 1992, con Javier de la Rosa a la cabeza. El auditor no asegura, además, que esta lista sea exhaustiva. La principal, de las que sí se encuentran registradas, es un requerimiento notarial de Prima Inmobiliaria a Torras de 16.813 millones de pesetas que están sin provisionar.

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