ELECCIONES

Borrell advierte que un castigo en las urnas restaría "Iegitimidad política" al Gobierno

El ministro de Obras Públicas, José Borrell, advirtió ante unas 300 personas en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) que un resultado adverso para los socialistas el 124 puede debilitar y restar "legitimidad política" al Gobierno socialista. En contraposición con declaraciones de otros dirigentes del PSOE que han insistido en que la solidez del Ejecutivo está garantizada pase lo que pase el domingo en las elecciones europeas, Borrell precisó: "No os confiéis pensando que el Gobierno está asegurado hasta l997"."Los gobiernos consiguen su legitimidad en las elecciones generales, pero luego no la...

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El ministro de Obras Públicas, José Borrell, advirtió ante unas 300 personas en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) que un resultado adverso para los socialistas el 124 puede debilitar y restar "legitimidad política" al Gobierno socialista. En contraposición con declaraciones de otros dirigentes del PSOE que han insistido en que la solidez del Ejecutivo está garantizada pase lo que pase el domingo en las elecciones europeas, Borrell precisó: "No os confiéis pensando que el Gobierno está asegurado hasta l997"."Los gobiernos consiguen su legitimidad en las elecciones generales, pero luego no la guardan en una vitrina hasta las siguientes", dijo Borrell en su alegato para incitar a los indecisos. "La legitimidad política se pierde y se gana todos los días, según cómo se gobierna y según cómo apoyan los electores a ese Gobierno cada vez que hay una cita con las urnas".

Borrell agregó que un voto de castigo al PSOE el domingo pondría en peligro la "estabilidad necesaria" para salir de la crisis. Apostilló el ministro que esta advertencia no significaba que no puede gobernar ningún otro partido, "ya que la alternancia en el poder es el fundamento de la democracia".

El ministro fue recibido en el mitin de Santa Coloma con gritos de "¡fuera, fuera!" procedentes de una treintena de afectados por la crisis de la cooperativa PSV-UGT. Intentó reaccionar Borrell tachando de injusto que se pretenda culpar al Gobierno de ese asunto. "Ese problema", alegó, "no lo ha creado el Gobierno, pero aún así está contribuyendo a solucionarlo".

Lejos de aplacar los ánimos de los defraudados, éstos arreciaron con sus gritos e increpaciones. Y consiguieron alterar al ministro, que en más de un momento de su intervención dio muestras de la sensación de incomodidad que le embargaba.

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