Quinta Para Jalabert

El francés deL Once gana cualquier 'sprint'

Los corredores se marcaron ayer una de las medias más ruinosas de la Vuelta y de nuevo ganó Jalabert. Si el día anterior, en una jornada cuesta abajo, no alcanzaron por poco los 40 por hora, ayer, en un día llano, se quedaron en poco más de 37. "Grupo compacto", decía Radio Vuelta y así repitió durante más de cinco horas. Un poco de animación: las actuaciones fogosas de dos navarros, David García y Roberto Lezaun. Sólo sus acelerones cambiaron la rutina antes del último kilómetro. Entre el viento de cara, la lluvia y el cansancio, pocas ganas hubo de romper un ritmo tonto.Lo rompieron, pero no...

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Los corredores se marcaron ayer una de las medias más ruinosas de la Vuelta y de nuevo ganó Jalabert. Si el día anterior, en una jornada cuesta abajo, no alcanzaron por poco los 40 por hora, ayer, en un día llano, se quedaron en poco más de 37. "Grupo compacto", decía Radio Vuelta y así repitió durante más de cinco horas. Un poco de animación: las actuaciones fogosas de dos navarros, David García y Roberto Lezaun. Sólo sus acelerones cambiaron la rutina antes del último kilómetro. Entre el viento de cara, la lluvia y el cansancio, pocas ganas hubo de romper un ritmo tonto.Lo rompieron, pero no los deseos de los ciclistas. Los aparatosos y vistosos controles policiales, que siempre se intensifican cuando la Vuelta entra en Navarra, no impidieron que un grupo de bien organizados y decididos jóvenes lograra cortar la carrera con una reivindicación sobre insumisos. La cosa no llegó a más que un poco de nerviosismo y los rebeldes llamaron la atención.

El último kilómetro fue otro cantar. Mauri, en plan perseguidor, aprovechó una cuesta abajo y el miedo del pelotón a las calles mojadas para lanzarse desbocado. Logró el mínimo necesario, los cinco segundos vitales, y parecía que llegaría. Los Lotus, que tiraban para Van Poppel, desaparecieron del mapa. Trabajaron a destajo los últimos cinco kilómetros y no pudieron más. El pelotón llegó a detenerse, dando por bueno a Mauri. Pero el hambriento Jalabert, no. Con una gran fuerza tomó la iniciativa y se hizo en cabeza del pelotón los últimos 500 metros. En el último suspiro logró varias cosas: adelantar al lanzado Mauri, resistir el intento de Leoni y ganar su quinta etapa en esta Vuelta. Y aún tiene dos llegadas -Santander y Madrid- en su agenda.

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