La Banda de Crisofilax llora para reír

Defender la identidad de lo pequeño frente al mundo de lo grande, del universo infantil frente al adulto, es el planteamiento de fondo de la obra de teatro para niños Llorar para reír, un montaje que se puede ver desde hoy todos los sábados y domingos del mes de mayo.El texto es obra de Marcel Sabourin, un canadiense francófono que partió de su propia experiencia de trabajo creativo con niños para escribirlo. Resultado, así, de un proceso pedagógico y con objetivos claramente educativos, surge un texto que interesó a Jabo Rodríguez, director del montaje que ahora se estrena, empeñado en...

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Defender la identidad de lo pequeño frente al mundo de lo grande, del universo infantil frente al adulto, es el planteamiento de fondo de la obra de teatro para niños Llorar para reír, un montaje que se puede ver desde hoy todos los sábados y domingos del mes de mayo.El texto es obra de Marcel Sabourin, un canadiense francófono que partió de su propia experiencia de trabajo creativo con niños para escribirlo. Resultado, así, de un proceso pedagógico y con objetivos claramente educativos, surge un texto que interesó a Jabo Rodríguez, director del montaje que ahora se estrena, empeñado en montar una obra ajena a los clásicos de la literatura infantil.

La representación es el cuarto montaje de sala de la compañía La Banda de Crisofilax (Madrid, 1981), un grupo que ha acumulado su mayor experiencia en teatro de animación y de calle.

La obra cuenta con tres personajes, dos femeninos y pequeños y uno masculino y grande.

Jabo Rodríguez resume el argumento como "la historia de Moa, una niña reprimida por su tía Ágata, que la obliga a mantener un orden perfecto y una disciplina férrea hasta el punto de provocarle una cierta parálisis".

Sala Triángulo (calle de Zurita, 20), hoy, mañana y pasado mañana, a las 17.30. 700 pesetas.

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