Un vuelo a Turquía deja tirados a 167 viajeros durante 14 horas

Un total de 167 viajeros han comenzado cabreados y exhaustos sus vacaciones en Estambul (Turquía). Su vuelo tenía previsto salir a las 9.40 horas de ayer, pero a medianoche aún esperaban en la sala de tránsitos de Barajas a que distintos vuelos de las líneas aéreas turcas les llevasen al Cuerno de Oro, según informaron fuentes del aeropuerto.Estos pasajeros han contratado su viaje con la agencia Panavisión Tours, en un vuelo de una compañía aérea representada por la empresa Fly Consulting, informaron las citadas fuentes. Pero el avión sufrió una avería y, ante su magnitud, la compañía intentó ...

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Un total de 167 viajeros han comenzado cabreados y exhaustos sus vacaciones en Estambul (Turquía). Su vuelo tenía previsto salir a las 9.40 horas de ayer, pero a medianoche aún esperaban en la sala de tránsitos de Barajas a que distintos vuelos de las líneas aéreas turcas les llevasen al Cuerno de Oro, según informaron fuentes del aeropuerto.Estos pasajeros han contratado su viaje con la agencia Panavisión Tours, en un vuelo de una compañía aérea representada por la empresa Fly Consulting, informaron las citadas fuentes. Pero el avión sufrió una avería y, ante su magnitud, la compañía intentó alquilar una aeronave de Iberia, gestión que les llevó buena parte del día para además terminar siendo fracasada.

Mientras, los pasajeros afirmaban ayer: "Creemos que ni siquiera existe el avión". La agencia de viajes, al mediodía, intentó suavizar la espera llevándoles a un hotel próximo al aeropuerto, con la promesa de que luego la partida sería inmediata.

Nada más lejos de la realidad. Durante la tarde el nerviosismo fue en aumento. Hacia las ocho parecía que la situación se resolvía, ya que la empresa solicitó pista a las autoridades del aeropuerto a las 20.30 horas. Otra falsa esperanza. Para entonces, ya sabían que una turista española había resultado herida por la explosión de una bomba en la iglesia de Santa Sofia: "No nos importa correr ese riesgo", decían. A la ilusión se unía el cabreo. Llegaron a amenazar con cortar el tráfico en los accesos al aeropuerto.

La solución llegó de la mano de Turkish Airlines, que se comprometió a transportar a los turistas en varios vuelos que salían anoche a Estambul. A medianoche, aún no habían podido ser distribuidos los 167 viajeros. Fuentes del aeropuerto destacaron la desatención de la que han sido víctimas por parte de la agencia de viajes y de la compañía aérea, que dispone de "una línea regular... en vacaciones".

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