CICLISMO: MILÁN-SAN REMO

Furlan resuelve el dilema

La rutina mató, una vez más, a la sorpresa. El corredor más en forma volvió a ganar la Milán-San Remo (MSR), primera clásica de la Copa del Mundo. El italiano Giorgio Furlan, de 28 años, había recibido más apuestas que nadie y él se las arregló para resolver el dilema italiano. Furlan ganó la Milán-San Remo bajando, en el descenso del Poggio. Sacó 20 segundos al pelotón. Dejó a los sprinters con un palmo de narices. Laurent Jalabert (10º) fue el mejor de los que corren en equipos españoles. Miguel Induráin no se dejó ver.

Maurizio Fondriest comenzó la temporada pasada de forma arrollado...

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La rutina mató, una vez más, a la sorpresa. El corredor más en forma volvió a ganar la Milán-San Remo (MSR), primera clásica de la Copa del Mundo. El italiano Giorgio Furlan, de 28 años, había recibido más apuestas que nadie y él se las arregló para resolver el dilema italiano. Furlan ganó la Milán-San Remo bajando, en el descenso del Poggio. Sacó 20 segundos al pelotón. Dejó a los sprinters con un palmo de narices. Laurent Jalabert (10º) fue el mejor de los que corren en equipos españoles. Miguel Induráin no se dejó ver.

Maurizio Fondriest comenzó la temporada pasada de forma arrolladora y arrolló en la MSR. Furlan, que también ha ganado este año la Tirreno-Adriático, le imitó ayer. La clásica primaveral deja cada vez menos huecos a lo insólito: muchos kilómetros de tanteo (casi 290), pequeñas escaramuzas tácticas (el equipo más potente, el GB-MG, no logró endurecer la carrera lo suficiente para que el clan de Argentin, Furlan y Berzin llegaran con la lengua fuera al punto decisivo: más aún, su equipo, el Gewiss, controló en todo momento), y una resolución tradicional: la bajada del Poggio, un montículo de poco más de 150 metros. Allí, esprintando en los pocos tramos rectos y jugándosela en las curvas, Furlan, que había demarrado justo en la cima después de aprovechar el trabajo de Berzin en la subida, adquirió unos segundos preciosos. Los premiosos sprinters no supieron organizar la caza, dieron demasiado tiempo al tiempo.Creían ellos que este año sería diferente, que el kilómetro de más respecto a otros años ya en las calles de San Remo sería mortal para el ingenuo lanzado. No fue así: Furlan, con la determinación que hace a los campeones fue aumentando incluso la ventaja en el llano, donde los perseguidores lo tenían más fácil para organizarse. "Llevaba una velocidad más que los demás", dijo Fondriest sobre Furlan, que ya ha acumulado 15.000 kilómetros en lo que va de temporada. Más del doble que Induráin, quien dijo que la carrera le llegaba muy pronto para competir de igual a igual.

Furlan espera que el 94 sea su año definitivo. Su primer salto fue el campeonato de Italia de 1990. En 1992 pasado dio pasitos con la Flecha-Valona y la Vuelta a Suiza. El año pasado estuvo a punto de confirmar con la Vuelta a Lombardía, donde quedó. segundo.

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