CICLISMO: MILÁN-SAN REMO

Jalabert contra los italianos

La gran falla ciclista arderá hoy en San Remo y ningún español tiene vela en el entierro. "Vamos a hacer bulto", dice Javier Mínguez, director del Banesto. Ni siquiera Miguel Induráin parece estar en disposición de pintar algo en el oficioso campeonato del mundo de primavera. La Milán-San Remo (294 kilómetros), primera prueba de la Copa del Mundo, se presenta más que nunca como una cosa suya, italiana. Entre el glan despliegue de poderes del ciclismo transalpino sólo podrán aparecer, jugando a la contra, las piernas de algunos francotiradores: el francés Laurent Jalabert (ONCE) o el norteameri...

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La gran falla ciclista arderá hoy en San Remo y ningún español tiene vela en el entierro. "Vamos a hacer bulto", dice Javier Mínguez, director del Banesto. Ni siquiera Miguel Induráin parece estar en disposición de pintar algo en el oficioso campeonato del mundo de primavera. La Milán-San Remo (294 kilómetros), primera prueba de la Copa del Mundo, se presenta más que nunca como una cosa suya, italiana. Entre el glan despliegue de poderes del ciclismo transalpino sólo podrán aparecer, jugando a la contra, las piernas de algunos francotiradores: el francés Laurent Jalabert (ONCE) o el norteamericano Lance Armstrong (Motorola), campeón del mundo.La MSR es la carrera más sencilla y la más complicada. Todo depende de la voluntad y de las batallas estratégicas. Es, sencilla porque apenas hay dificultades y se presenta como una obra de teatro clásica en tres actos: presentación, nudo y desenlace: 230 kilómetros de preparación, 60 de acción y 4 de decisión. Claro que la fase de preparación puede ser la decisiva. Eso depende de dos: Giancarlo Ferretti y Moreno Argentin.

"Normalmente, no ponerse nervioso al principio y meterse en carrera sólo en los últimos 60 kilómetros son los mejores consejos", dice Manolo Sáiz, director de Jalabert. "Y claro, ir bien colocado para el Poggio. Pero eso es hacer la carrera a la contra, dependiendo de los demás equipos". Los demás son dos: el GB-MG de Ferretti y el Gewiss de Argentin. Tal como se lo tomen determinará al resto. "Si tiran como locos pueden romper la carrera en los primeros kilómetros", dice Mínguez del GBMG, un equipo sin jefe de filas claro que tiene bazas para llegadas en solitario -Cassani, Sorensen- y masivas -Museeuw, Sciandri-. "Argentin es el más sabio", dice Sáiz del Gewiss, que cuenta con Giorgio Furlan, reciente ganador de la Tirreno-Adriático y el ciclista más en forma del momento, sin olvidar a los tapados Bontempi y Berzin. Y sin dejar de lado a los sprinters del Mercatone, Baffi y Cipollini.

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