Cartas al director

Antonio de Senillosa

Criticar no significa humillar por sentirse ofendido o por discrepar de otra opinión. Como buen crítico, Antonio de Senillosa murió con una última crítica a quien lo criticó. Don Seni, como le llamaban sus íntimos, empleaba mucho seny en sus alocuciones, conferencias o tertulias, que son un ejemplo de tolerancia y democracia.Su última y premonitoria celebración periodística no fue Morir en febrero, lo fue en la sección de Cartas al Director de La Vanguardia (28 de febrero de 1994), donde pleiteaba en términos de caballería, vertiendo su afilada y fina pluma en ese apartado...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Criticar no significa humillar por sentirse ofendido o por discrepar de otra opinión. Como buen crítico, Antonio de Senillosa murió con una última crítica a quien lo criticó. Don Seni, como le llamaban sus íntimos, empleaba mucho seny en sus alocuciones, conferencias o tertulias, que son un ejemplo de tolerancia y democracia.Su última y premonitoria celebración periodística no fue Morir en febrero, lo fue en la sección de Cartas al Director de La Vanguardia (28 de febrero de 1994), donde pleiteaba en términos de caballería, vertiendo su afilada y fina pluma en ese apartado. Murió como escribió, en febrero. Sólo los grandes hombres son visionarios y soñadores. Con su desbordante personalidad estaba por encima del bien y del mal.

Le rindo mi frase: muchos lo recordaremos, otros lo encontrarán a faltar. Descanse en paz.-

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En