Un gol y sólo un punto en tres salidas

El Barça ha comenzado de mala manera el purgatorio que debe pasar Romario. La baja obligada del brasileño ha coincidido con uno de los bajones habituales de los azulgrana; este año, retrasado. La temporada pasada se produjo en diciembre; ésta, en enero. Excluyendo el 5-0 al Madrid, el primer mes del año ha sido inclemente para los de Cruyff. Tres encuentros ha jugado a domicilio y el saldo no puede ser más rácano: un gol y un punto. Un resultado digno de los equipos que luchan para no descender. Comenzó 1994 con la derrota (2-0) en El Molinón frente al Sporting. Después del paréntesis madridis...

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El Barça ha comenzado de mala manera el purgatorio que debe pasar Romario. La baja obligada del brasileño ha coincidido con uno de los bajones habituales de los azulgrana; este año, retrasado. La temporada pasada se produjo en diciembre; ésta, en enero. Excluyendo el 5-0 al Madrid, el primer mes del año ha sido inclemente para los de Cruyff. Tres encuentros ha jugado a domicilio y el saldo no puede ser más rácano: un gol y un punto. Un resultado digno de los equipos que luchan para no descender. Comenzó 1994 con la derrota (2-0) en El Molinón frente al Sporting. Después del paréntesis madridista, única actuación en el Camp Nou en lo que va de mes, llegó el empate (0-0) de Sevilla, que costó la expulsión de Romario. Y ayer marcó un gol. El Barça ha encontrado en este mes la regularidad pedida por Cruyff, pero no en el sentido deseado.

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