Un centenar de niños descubre las entrañas del AVE

s de un centenar de niños, de entre 6 y 14 años, visitaron ayer el tren de alta velocidad, AVE, situado en la estación de Atocha, y descubrieron sus entrañas. Es la primera vez que la máquina se puede visitar sin pagar billete. Los niños que rompieron el hielo habían solicitado su visita hace unos días. Muchos eran hijos de trabajadores de Renfe. La iniciativa, gratuita, se ampliará a los fines de semana.La mayoría de los chavales ni siquiera había montado nunca en un tren. Otros, simplemente jamás habían subido en el tren más rápido de España, que alcanza una velocidad de 270 kilómet...

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s de un centenar de niños, de entre 6 y 14 años, visitaron ayer el tren de alta velocidad, AVE, situado en la estación de Atocha, y descubrieron sus entrañas. Es la primera vez que la máquina se puede visitar sin pagar billete. Los niños que rompieron el hielo habían solicitado su visita hace unos días. Muchos eran hijos de trabajadores de Renfe. La iniciativa, gratuita, se ampliará a los fines de semana.La mayoría de los chavales ni siquiera había montado nunca en un tren. Otros, simplemente jamás habían subido en el tren más rápido de España, que alcanza una velocidad de 270 kilómetros por hora y que realiza el recorrido Madrid-Sevilla.

"Tratamos de acercar el tren a los niños, ya que para ellos es una nueva experiencia y muchos nunca se han montado en uno", dice José Antonio López, supervisor del tren de alta velocidad. "Ahora estos niños tienen la posibilidad de conocer lo que ni ven los viajeros regulares", asegura López.

El recorrido comienza en la cabina de mandos, situada en cabeza del tren. Una vez allí, los más avispados hacen preguntas técnicas sobre el funcionamiento de los mandos. "¿Dónde está el pedal del hombre muerto?", preguntó ayer uno de ellos. El guía respondió: "El hombre muerto [sistema de seguridad que detiene el tren automaticamente] está en el regulador de mano o en el pedal". Una niña preguntó para qué sirven los teléfonos y otro para que se utilizan las bocinas.

La cabina es, sin duda, la zona del tren donde más disfrutan los niños y las niñas. "A ellas también les interesa la maquinaria. La única diferencia es que ellos hacen preguntas más técnicas, pero la curiosidad es la misma", asegura José Antonio López, mientras pone en marcha otra vez al grupo camino de los ocho coches -4 de clase turista, 2 de preferente, un club y la cafeteria- que en total miden 250 metros.

En grupos de diez, los niños desfilan por los distintos departamentos. El supervisor les explica cómo funcionan los sistemas de seguridad de las puertas. "Si la puerta se queda abierta, una luz amarilla lo indica", dice. Los niños, con la boca abierta, siguen al pie de letra todas las indicaciones que les dan.

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Vergonzosos

En uno de los coches, el guía invitó a que los niños hablaran por megafonía. Pero ninguno se atrevió. "Que vergonzosos son", apostilló el supervisor. "Esta mañana se peleaban por hablar, pero los de ahora no se atreven", afirmó.

Un par de niños decidió entrar en uno de los cuartos de baño, especialmente equipado para que las madres puedan cambiar los pañales de los bebés. Todos parecían impacientes por llegar al departamento familiar porque allí les habían dicho que están los juegos infantiles.

Disciplinados y formales, se dispusieron a jugar sobre las tablas de la oca y el damero. "No hay fichas" protestaron los niños, que se las prometían muy felices y pensaban que podrían echar una partida. "Lo siento, las fichas las tiene la azafata de cafetería y sólo las da cuando se va de viaje", se disculpó el supervisor, prometiendo que pediría las fichas para que los niños que visiten en los próximos días el AVE puedan jugar y llevárselas de recuerdo. En el compartimento familiar, el guía mostró a los pequeños la forma de subir al vehículo -mediante una potente plataforma- a los viajeros minusválidos, que tienen una zona reservada donde se acopla la silla de ruedas, bien sujeta con cinturones de seguridad.

Antes de finalizar el recorrido, los niños pueden ver una película, de 15 minutos de duración, en la que se explica el detalladamente todo el itinerario, asi como el funcionamiento de la máquina, que sigue el AVE desde que parte de Madrid y llega a Sevilla.

Visita al AVE. Días 28, 29, 30, 31 de diciembre (éste sólo mañanas); 3 de enero, 4 y 5 de enero, (éste también sólo mañanas). Horas: 11.00, 12.00, 13.00, 16.30 y 17.30. Atocha. Entrada gratuita.

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