España responde a Obiang expulsando a un diplomático ecuatoguineano

El Gobierno tomó ayer la decisión de expulsar a uno de los cuatro diplomáticos ecuatoguineanos acreditados en España, en respuesta a la declaración por el régimen de Teodoro Obiang de persona no grata del cónsul de España en Bata, Diego Sánchez Bustamante, según indicaron fuentes diplomáticas. Estas fuentes no precisaron cuál de los cuatro diplomáticos se verá obligado a abandonar España, aunque descartaron que fuese el encargado de negocios, Santiago Nsobeya Efuman, que actúa como sustituto del embajador.Otros dos diplomáticos están adscritos a la Embajada de Guinea en Madrid y un tercero lle...

El Gobierno tomó ayer la decisión de expulsar a uno de los cuatro diplomáticos ecuatoguineanos acreditados en España, en respuesta a la declaración por el régimen de Teodoro Obiang de persona no grata del cónsul de España en Bata, Diego Sánchez Bustamante, según indicaron fuentes diplomáticas. Estas fuentes no precisaron cuál de los cuatro diplomáticos se verá obligado a abandonar España, aunque descartaron que fuese el encargado de negocios, Santiago Nsobeya Efuman, que actúa como sustituto del embajador.Otros dos diplomáticos están adscritos a la Embajada de Guinea en Madrid y un tercero lleva el Consulado en Las Palmas de Gran Canaria. Este último está a punto de marcharse porque su estancia ha llegado a su término.

La propuesta de expulsión fue aprobada por Javier Solana ayer en la segunda reunión que se celebró sobre la cuestión entre los responsables de Exteriores.

Solana, que despachó por teléfono con Felipe González, ordenó que no se divulgase su decisión hasta comunicársela a los ecuatoguíneanos. La Dirección General de Protocolo de Exteriores empezó a redactar una nota verbal para remitirla a Nsobeya, anunciándole la expulsión de uno de sus subordinados. El jefe de la diplomacia española aprobó también las propuestas de recorte de la cooperación con la ex colonia que le sugirieron sus colaboradores, aunque quedan aspectos por perfilar.

Ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado, Solana reconoció ayer que era dificil discernir qué parte de la cooperación no suponía una ayuda humanitaria. Uno de sus colaboradores puso un ejemplo: las becas para cursar estudios en España son atribuidas a estudiantes entre los que hay hijos de dignatarios del régimen y jóvenes sin nexos con el poder.