Mala cosecha para el Leganés en las fértiles huertas murcianas

La mala cosecha del Lega en las presuntamente fértiles tierras murcianas sirvió ayer para seguir hundiendo al equipo madrileño, que no conoce la victoria ni sabe lo que es sumar un punto fuera de casa en esta temporada. Ayer, el Leganés tuvo al Murcia contra las cuerdas en la primera parte. Pero no acertó a noquearle y permitió la reacción local, gracias al protagonismo del gigantón Juanjo, que, escocido por el tanto marcado en propia puerta, se fue arriba y destrozó el sistema defensivo visitante.No en vano, el central intervino decisivamente en los tres goles que dieron la vuelta al m...

La mala cosecha del Lega en las presuntamente fértiles tierras murcianas sirvió ayer para seguir hundiendo al equipo madrileño, que no conoce la victoria ni sabe lo que es sumar un punto fuera de casa en esta temporada. Ayer, el Leganés tuvo al Murcia contra las cuerdas en la primera parte. Pero no acertó a noquearle y permitió la reacción local, gracias al protagonismo del gigantón Juanjo, que, escocido por el tanto marcado en propia puerta, se fue arriba y destrozó el sistema defensivo visitante.No en vano, el central intervino decisivamente en los tres goles que dieron la vuelta al marcador. El partido fue muy entretenido por la emoción del resultado y la movilidad del juego.

Al dominio inicial del Murcia respondió el Leganés con dos zarpazos, que dejaron maltrecho al conjunto de casa y devolvieron el pesimismo a las gradas. Los madrileños, quizá sorprendidos por la facilidad con que se habían puesto con ventaja, no aprovecharon a fondo el nerviosismo local y perdieron varias ocasiones clarísimas para distanciarse aún más y sentenciar el partido. Andrés, a los pocos minutos de conseguir el segundo, lanzó alto, solo ante Abellán.

El Murcia se retiró del abismo de la derrota gracias a la primera jugada del tándem Juanjo-Cantero, que terminó en las mallas de Mario. Sin embargo, el cuadro visitante siguió jugando mejor que su oponente, y Antonio y Chuso pusieron en apuros a Abellán, sobre todo el segundo de ellos, al lanzar un remate al palo derecho. Los de Duque, conscientes de las dificultades de su rival por alto, insistieron una y otra vez sobre el portal grana. Así, el descanso fue recibido con un respiro por los aficionados.

En la reanudación, cuando parecía que el Leganés podía imponerse al contragolpe, otra jugada calcada a la del primer tanto local puso en tablas el marcador. A partir de entonces cambió el partido, y más todavía con la expulsión del visitante David, con 20 minutos por jugar. Por eso, no extrañó demasiado la llegada del tercer tanto grana, fruto de la mejor proyección de los de casa, ya irreversiblemente espoleados por la remontada.

Aunque no se vino abajo el Leganés, la defensa local no dejó ya los huecos del primer tiempo y la presión visitante en la medular no tenía tampoco la misma efectividad. Si los de José Víctor hubiesen estado más finos, la cuenta local se habría ampliado. No obstante, tampoco hubiera respondido a los méritos de unos y otros.

Al final, hasta el meta Mario abandonó su puerta en busca del remate al saque de un córner. Pero todo era ya inútil, pues la ocasión había pasado de largo hacía tiempo por delante de las propias narices de los visitantes. El Murcia encadena así su tercer triunfo consecutivo con José Víctor en el banquillo, mientras que el Leganés continúa de colista, luciendo el farolillo rojo.

El conjunto pepinero, además, empieza a quedarse aislado. Hace unas semanas, el Murcia pasaba frío junto al Lega en la zona glacial de la tabla. Pero en tres partidos ha borrado la imagen de equipo perdedor con hechos.