Entrevista:

"La mejor cantera del baloncesto está en Madrid"

La vida de esta mujer menuda, de apenas treinta años y uno sesenta y cuatro de estatura, está en clave numérica: Se cuentan a millares las ocasiones en que sus manos-por separado, como mandan los cánones del baloncesto- han tratado de burlar la ley de la gravedad es tampando balones contra el suelo; a centenares, las veces que ha pitado partidos de cadetes senior, Tercera División y Segunda nacional, y por docenas, el número de botas de baloncesto y zapatillas de árbitro que han pasado por su ropero. Empinada sobre estas zapatillas, lleva más de quince años -todos los fines de semana desde s...

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La vida de esta mujer menuda, de apenas treinta años y uno sesenta y cuatro de estatura, está en clave numérica: Se cuentan a millares las ocasiones en que sus manos-por separado, como mandan los cánones del baloncesto- han tratado de burlar la ley de la gravedad es tampando balones contra el suelo; a centenares, las veces que ha pitado partidos de cadetes senior, Tercera División y Segunda nacional, y por docenas, el número de botas de baloncesto y zapatillas de árbitro que han pasado por su ropero. Empinada sobre estas zapatillas, lleva más de quince años -todos los fines de semana desde septiembre a junio- haciendo valer en una cancha de juego, ante 12 pares de ojos masculinos, la altura de sus decisiones. Desde hace cuatro es una de las dos mujeres madrileñas que arbitran en la Segunda División nacional de baloncesto y desde hace seis ejerce como periodista.

Pregunta. La palabra árbitra ha caído en desuso como adjetivo y se utiliza casi siempre en masculino. ¿Cómo prefiere que la llamen?

Respuesta. Árbitro o árbitra... me da igual. Incluso creo que prefiero lo primero, por costumbre. Cuan do me llaman árbitra me sonrío, me suena raro...

P. ¿Extraña una mujer imponiendo la ley en el terreno de juego?

R. Entre mis compañeros soy una más. Pero en las canchas he oído durante mucho tiempo el murmullo del público, los corrillos comentando: "¡Mira, fíjate, va a, arbitrar una mujer!". Tenía la sensación de que no habíamos adelantado nada desde la época de nuestras abuelas. Después dejaron de oírse y ahora sólo se sorprenden en provincias pequeñas. En la Liga ACB sólo hay una mujer, y en Primera, otra. En Segunda seremos unas diez y dos estamos en Madrid.

P. Correr hora y media sobre una cancha exige,una buena forma física. ¿Se entrena?

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R. Intento entrenarme al menos un par de veces para mantener el nivel porque los árbitros corremos casi tanto como los jugadores, con cambios bruscos de velocidad y un ritmo cardiaco similar al ¿le cualquiera que esté en la cancha.

P. ¿Cómo ve el baloncesto madrileño?

R. Yo creo que el nivel no sólo es alto hoy, sino que lo ha sido siempre. La cantera madrileña lleva años siendo de las mejores junto con la catalana y la canaria.

P. ¿Qué le ha enseñado el deporte?

R. Me ha formado el carácter. Desde pequeña he sido más madura, más responsable. Cuando tenía 15 o 16 años arbitraba partidos con gente de 30, más mayor. Durante hora y media yo era quien mandaba en la cancha y eso te forma.

P. ¿El deporte ennoblece?

R. Por supuesto que sí. Hacer deporte te disciplina y fomenta el compañerismo. Te ayuda a madurar. Si todos los chavales hicieran deporte habría menos delincuencia y menos droga.

P. ¿Baloncesto europeo o americano?

R. Me quedo con el europeo. He visto partidos de la NBA muy aburridos, quizá porque es un juego distinto al que estoy acostumbrada. Prefiero ver un buen partido del Real Madrid o del Estudiantes.

P. ¿Un sueño cumplido ... ?

R. Entrevistar a Corbalán. Era uno de mis ídolos cuando era pequeña. Lo entrevisté hace unos años como periodista.

P. Y uno no cumplido...

R. Me encantaría arbitrar en la ACB. Un deseo difícil de cumplir porque ascender es cada vez más duro y algo, un poquito, sí que se nota aquí que ser mujer es todavía un lastre.

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