A la espera de dos pruebas

La Guardia Civil está a la espera de realizar diversas pruebas para poder confirmar la presunta implicación de Joan Casals y Xavier Bassa en el secuestro de Maria Àngels Feliu. Una de las pruebas consiste en una comparación de las voces de los detenidos con las grabaciones de las llamadas anónimas realizadas por los secuestradores al domicilio de la familia de la víctima durante los meses de noviembre y diciembre del año pasado. Una de las voces tenía un marcado acento de la comarca, lo que cuadraría con Casals, natural de Ripoll y residente en Olot durante varios años.Otra prueba de la que se...

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La Guardia Civil está a la espera de realizar diversas pruebas para poder confirmar la presunta implicación de Joan Casals y Xavier Bassa en el secuestro de Maria Àngels Feliu. Una de las pruebas consiste en una comparación de las voces de los detenidos con las grabaciones de las llamadas anónimas realizadas por los secuestradores al domicilio de la familia de la víctima durante los meses de noviembre y diciembre del año pasado. Una de las voces tenía un marcado acento de la comarca, lo que cuadraría con Casals, natural de Ripoll y residente en Olot durante varios años.Otra prueba de la que se espera un resultado casi concluyente es la caligráfica: el Gabinete de Crimina1stica de la Guardia Civil va a comparar documentos intervenidos en los domicilios Casals y Bassa con las palabras escritas en un sobre, remitido por correo desde Madrid, en el que los secuestradores hicieron llegar a finales de diciembre de 1992 una cinta magnetofónica en la que Maria Àngels rogaba angustiosamente a su familia que atendiera las exigencias de sus secuestradores.

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Según fuentes de la investigación, el resultado del análisis caligráfico y de las pruebas de voz "no se conocerá hasta dentro de dos o tres días". Mientras, no se dispondrá de pruebas contra los implicados, aunque las pesquisas realizadas durante los últimos cuatro meses han permitido reunir "bastantes indicios contra ellos". Parte de tales "indicios" son las grabaciones obtenidas a partir de los pinchazos de los teléfonos de los detenidos, realizados con autorización del juez de Olot instructor del caso, Santiago Pinsach.

Los interrogatorios a que fueron sometidos Casals y Bassa desde el pasado sábado por agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil no han aportado nuevos elementos incriminatorios.

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