Guerra defiende la utopía y ataca el pragmatismo de González y Solchaga

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, atacó ayer con dureza las posiciones ideológicas de Felipe González, Carlos Solchaga y los renovadores del PSOE, aunque con la prevención de no citarlos en ningún momento. Al presidente del Gobierno y al ex ministro de Economía les atacó por situar el pragmatismo por encima de la utopía, y al sector renovador, por su concepción abierta del partido. El número dos socialista fue muy aplaudido.

"Sigue habiendo ricos y pobres, y un partido no puede pretender ser el de los ricos y el de los pobres. Hay que fijar un límite al intento legítim...

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El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, atacó ayer con dureza las posiciones ideológicas de Felipe González, Carlos Solchaga y los renovadores del PSOE, aunque con la prevención de no citarlos en ningún momento. Al presidente del Gobierno y al ex ministro de Economía les atacó por situar el pragmatismo por encima de la utopía, y al sector renovador, por su concepción abierta del partido. El número dos socialista fue muy aplaudido.

"Sigue habiendo ricos y pobres, y un partido no puede pretender ser el de los ricos y el de los pobres. Hay que fijar un límite al intento legítimo de un partido de ampliar su influencia", advirtió ayer Alfonso Guerra, quien añadió: "Se está produciendo una indefinición ideológica de los partidos y una pérdida, absoluta de su identidad. De seguir por ese camino, nos convertiremos en máquinas electorales".El número dos del PSOE aprovechó la clausura de unas jornadas de la Fundación Sistema dedicadas al papel del Estado para situar el debate ideológico socialista en su terreno. Centenares de militantes del PSOE, entre los que figuraban el ministro para las Administraciones Públicas, Jerónimo Saavedra, y la diputada Carmen Romero, esposa de Felipe González, asistieron a la intervención de Guerra en una sala abarrotada. El vicesecretario general, muy aplaudido, fue felicitado a su salida por numerosos asistentes que querían participar en un acto de reafirmación de las tesis tradicionales, en torno a Alfonso Guerra y frente a las nuevas tendencias. del socialista.

Crisis de la izquierda

Guerra hizo una defensa de la utopía frente al pragmatismo que choca con las posiciones defendidas recientemente por Felipe González en Viena y por Carlos Solchaga en Bilbao. González manifestó en la capital europea que había que situar el pragmatismo por encima de la utopía. Ayer Guerra volvió a la carga repetidas veces contra esa tesis. "Toda política pragmática es conservadora". "Es la renuncia a la utopía lo que define la crisis de la izquierda". "Aunque la política es pragmática, no por ello la izquierda debe renunciar a la utopía". "Lo que no es normal es que desde el progresismo se defienda la política conservadora".

Hizo también una encendida defensa del poder público, en contraposición a las tesis recientemente defendidas por Solchaga en Bilbao, donde el ex ministro resaltó el papel del libre mercado. "A través del poder público, del poder democrático y no desde el poder privado, es donde se realiza la defensa de los débiles". "Si el Estado no funciona, no por ello, debe ser sustituido por agentes pretendidamente más eficaces". "Nuestra defensa del Estado es para impedir que los poderosos destruyan impunemente a los más débiles", dijo una, y otra vez Alfonso Guerra en su conferencia.

En el terreno del partido, centró sus ataques en las tesis renovadoras. Guerra fue claro al respecto: "El esfuerzo pretendido de algunos de perfeccionamiento y actualización en el ámbito de la izquierda lo que hace es conseguir que el socialismo deje de ser una fuerza democrática de progreso".

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También denunció el riesgo de convertir los partidos en un modelo a la americana, "en el que los partidos sólo aparecen durante las elecciones y lo único que hacen es seleccionar líderes". Guerra, por el contrario, defendió un modelo en el que "se trate no sólo de seleccionar líderes, sino políticos que defiendan intereses concretos, y no al revés". "Si los partidos sólo se ocupan de seleccionar líderes, ¿quién informa, dirige y controla a esos líderes? Lo que ocurrirá es que el lugar de los partidos lo ocupen los grupos de presión".

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