Los Secretos: "Es una pena que Jackson Browne no pueda vemos hoy"

El pop madrileño compite esta noche con el norteamericano

La tristeza de Los Secretos, un grupo madrileño que nació en los años de la movida, competirá esta noche con el pop californiano de Jackson Browne, un músico que sigue defendiendo el espíritu de los años sesenta. Ambos actuarán esta noche en dos extremos de la ciudad. Una coincidencia que parece apenar a Los Secretos, admiradores de Browne: "Nos gustaría verlo, y hoy era una buena oportunidad. Aunque a la vista de la venta de entradas son más optimistas sobre su concierto y bromean: "En realidad, lo que es una pena es que él no venga a vernos".

Los hermanos Urquijo (Álvaro, Enrique y Ja...

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La tristeza de Los Secretos, un grupo madrileño que nació en los años de la movida, competirá esta noche con el pop californiano de Jackson Browne, un músico que sigue defendiendo el espíritu de los años sesenta. Ambos actuarán esta noche en dos extremos de la ciudad. Una coincidencia que parece apenar a Los Secretos, admiradores de Browne: "Nos gustaría verlo, y hoy era una buena oportunidad. Aunque a la vista de la venta de entradas son más optimistas sobre su concierto y bromean: "En realidad, lo que es una pena es que él no venga a vernos".

Los hermanos Urquijo (Álvaro, Enrique y Javier) fundaron Tos y luego Los Secretos, en 1980, cuando comenzaba la famosa movida. No les gusta, sin embargo, recordar los años de la nueva ola: "La movida nos trató un poco mal", dicen. "Ciertos sectores de los medios underground nos acusaron de blandos y babosos. No se nos hizo justicia entonces y ahora es injusto que nos pongan de abanderados de la movida".Después de los años de la movida, el grupo atravesó tiempos difíciles que casi llevan a su desaparición. Se quedan solos Álvaro y Enrique Urquijo, sin una formación estable, a veces completada por miembros de Viceversa (el grupo que acompañaba por entonces a Joaquín Sabina) o por otros amigos, hasta que forman una nueva banda para su reaparición en 1986. "Incluso estuvimos a punto de cambiar el nombre", afirma Álvaro. Aquella reaparición fue una sorpresa para ellos: "Fue emocionante ver cómo al final nos pedían cantar Déjame".

Aunque no les guste, tienen cierta aureola de malditos, acrecentada por las desgracias que han acompañado al grupo -la muerte de sus dos primeros baterías- y las letras de sus canciones, con constantes referencias a situaciones o estados de tristeza: "Nos gusta que las canciones transmitan algo", dice Enrique, principal autor de las letras de Los Secretos, que continúa: "Y preferimos que sea tristeza a indiferencia.Además, escribo las canciones cuando estoy triste o deprimido, porque cuando estoy alegre lo que menos me apetece es escribir, sino irme de cachondeo por ahí". Su hermano apunta: "Es una etiqueta eso de las canciones tristes; la gente dice eso sin fijarse en la mayoría de las letras del pop americano o inglés. El otro día, en una emisora, una locutora nos reprochó lo de la tristeza, y en ese momento en su programa estaba sonando una canción tristísima, pero como era en inglés ni se había dado cuenta". Y zanja la cuestión: "Sí, nuestras canciones son tristes, pero por lo menos son algo".

Ayer se había vendido más de la mitad del aforo (un total de 2.000 personas) para el concierto de esta noche. Sus últimas actuaciones en nuestra comunidad fueron en junio en la terraza Costa Madrid y en septiembre en las fiestas de Móstoles. Pero hoy se hace oficial el reencuentro con su público de Madrid. "Madrid es nuestra ciudad", dice Álvaro, "que aunque ahora esté hecha un asco, no me veo viviendo en ninguna otra".

Los Secretos actúan hoy en Aqualung (Paseo Ermita del Santo, 4). A las 22.00. Entrada: 1.500 pesetas.

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