SEGUNDA B

El Getafe emborracha a su afición

Getafe y Racing de Ferrol dejaron un poso de buen fútbol. Brindaron al público de Las Margaritas un juego alegre, la lucha entre dos esquemas diferentes y, sobre todo, goles. Al clásico 4-4-2 getafense se opuso la táctica moderna de los ferrolanos, incómoda e impropia no sólo de los equipos visitantes, sino también de las cualidades que se les supone a los conjuntos del norte. A cambio, recibió una goleada.

El inicio del encuentro fue trepidante. Todavía no se había sentado el público y ya ondeaban dos goles en el marcador. Mariano y Camilo aprovecharon sendos fallos defensivos y de...

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Getafe y Racing de Ferrol dejaron un poso de buen fútbol. Brindaron al público de Las Margaritas un juego alegre, la lucha entre dos esquemas diferentes y, sobre todo, goles. Al clásico 4-4-2 getafense se opuso la táctica moderna de los ferrolanos, incómoda e impropia no sólo de los equipos visitantes, sino también de las cualidades que se les supone a los conjuntos del norte. A cambio, recibió una goleada.

El inicio del encuentro fue trepidante. Todavía no se había sentado el público y ya ondeaban dos goles en el marcador. Mariano y Camilo aprovecharon sendos fallos defensivos y dejaron el partido igual que al comienzo, pero con dos minutos menos.

A partir de ahí, el Ferrol propuso y el Getafe dispuso. Porque el técnico ferrolano, Fernando Vázquez, echó mano del lujo y del riesgo. Planteó una defensa adelantada y en línea, que jugaba muy cerca de los cinco hombres del medio campo y no le perdió la cara a Caballero. Sólo le delataba la presencia de Peña como solitario pescador del área. Pero a Vázquez le fallaron los cálculos. Los defensas demostraron no estar aún perfectamente coordinados, lo que obligó a Luis César a abandonar su portal en demasiadas ocasiones, y los medios no pudieron con sus homónimos getafenses.

El Getafe, por contra, apretó los dientes, se tomó unos minutos para leer el partido y empleó 30 en sentenciarlo. Por un lado, evitaron la trampa del fuera de juego y, por otro, propiciaron la exhibición de los carrileros. Con esta táctica el Getafe ofreció a su afición un buen espectáculo y, además, goles.

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