El Leganés busca en un campo prestado su primer éxito

CARLOS MARCOS, El Leganes sigue su accidentado camino por la Segunda División del fútbol español. Algunos datos lo confirman: empezó con la enfermería llena, la primera victoria todavía no se ha consumado, y, por si fuera poco, hoy se ve obligado a jugar en Alcalá de Henares por la sanción que pesa sobre su campo. Con este parte de guerra recibe al Palamós, un equipo que tampoco marcha bien en este inicio de Liga. Mientras que los catalanes tienen ya el primer negativo en su casillero (5- l), el Leganés (3 -3) corre el peligro de apuntarse el farolillo rojo de la clasificación. Tres emp...

CARLOS MARCOS, El Leganes sigue su accidentado camino por la Segunda División del fútbol español. Algunos datos lo confirman: empezó con la enfermería llena, la primera victoria todavía no se ha consumado, y, por si fuera poco, hoy se ve obligado a jugar en Alcalá de Henares por la sanción que pesa sobre su campo. Con este parte de guerra recibe al Palamós, un equipo que tampoco marcha bien en este inicio de Liga. Mientras que los catalanes tienen ya el primer negativo en su casillero (5- l), el Leganés (3 -3) corre el peligro de apuntarse el farolillo rojo de la clasificación. Tres empates en casa y otras tantas derrotas fuera de su feudo es su gris carta de presentación.

Una piedra que lanzó un espectador madrileño y que impactó en el cuerpo del colegiado del encuentro de Copa del Rey Leganés-Egido -donde los sureños quedaron eliminados- tiene la culpa de que el equipo pepinero juegue hoy (11.45 horas) en Alcalá de Henares. Para asegurarse el apoyo de su afición, el club fletará unos autocares que saldrán del Estadio Municipal de Leganés con dirección al municipal del Val a las 10.30 horas. Tanta contrariedad no complica el sueño del entrenador Luis Ángel Duque, que es consciente del objetivo de su equipo para el primer año en la división de plata: mantener la categoría.

Duque recibe todas las mañanas un parte médico que no mengua. A las lesiones habituales se ha sumado la del delantero Luis Ricardo, que sufrió un fuerte golpe en la rodilla en Bilbao. El estado del terreno de juego es también una preocupación añadida. Las fuertes lluvias caídas en Madrid han convertido el terreno de juego en un tremendo barrizal.

Previsiblemente, el Palamós vendrá a destruir y tendrán que ser los pepineros los encargados de poner un poco de orden en un terreno poco asequible.