Volkswagen cerrará la fábrica de Seat en Zona Franca de Barcelona

Volkswagen ha optado por cerrar las puertas de la fábrica de Seat en la Zona Franca de Barcelona, donde trabajan 10.000 personas. El impacto del cierre sobre el empleo no acaba ahí, puesto que afectará a otras 50.000 personas que trabajan en empresas auxiliares relacionadas con Seat. Esta firme decisión fue comunicada el pasado martes por el presidente de la empresa alemana, Ferdinand Piëch, al vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, y al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol.

Piëch y su número dos, el español José Ignacio López Arriortúa, fueron inflexibles y, ante la ins...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Volkswagen ha optado por cerrar las puertas de la fábrica de Seat en la Zona Franca de Barcelona, donde trabajan 10.000 personas. El impacto del cierre sobre el empleo no acaba ahí, puesto que afectará a otras 50.000 personas que trabajan en empresas auxiliares relacionadas con Seat. Esta firme decisión fue comunicada el pasado martes por el presidente de la empresa alemana, Ferdinand Piëch, al vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, y al presidente de la Generalitat, Jordi Pujol.

Piëch y su número dos, el español José Ignacio López Arriortúa, fueron inflexibles y, ante la insistencia de las autoridades españolas, llegaron a plantear al Gobierno y a la Generalitat que se quedaran con la fábrica "si tan importante es para la economía española".Los argumentos expuestos por los representantes de Volkswagen fueron que "la Zona Franca no es competitiviva" y que Seat "está sobredimensionada" y debe tener "un tamaño más pequeño", en un momento de fuerte caída de ventas de coches, según confirmaron fuentes que han actuado como mediadores en las negociaciones.

Ni Serra ni Pujol pudieron convencerles para que continúe la fábrica barcelonesa. Los dos ejecutivos se mostraron firmes. Tampoco lo lograron ni el ministro de Industria, Juan Manuel Eguiagaray, ni el alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, con quienes se entrevistaron ayer. Tras negociar con Piëch y Arriortúa, Maragall se mostró dispuesto a colaborar en la reconversión de la Zona Franca en un parque industrial de proveedores.

El firme deseo de Volkswagen de cerrar Zona Franca, donde trabajan 10.000 personas, tendrá un impacto económico sin precedentes en la industria auxiliar, que emplea a unas 50.000 personas en la zona del Baix Llobregat (Barcelona). No obstante, los dirigentes de Volkswagen dieron garantías de que el cierre de la fábrica se hará "a medio plazo y sin traumas".

Por el contrario, Volkswagen está dispuesta a reconsiderar la segregación de la fábrica de Seat en Pamplona, que sería adquirida por el grupo alemán. Esta compra fue diseñada el 14 de septiembre y supone una inyección de 120.000 millones, con los que Seat enjugaría las pérdidas de 1993, que podrían llegar a 100.000 millones.

Página 45

Archivado En