LA NBA PIERDE A SU MAYOR MITO

El novio de las estadísticas

El alero deja tras de sí una hoja de servicios repleta de récords

Sin Michael Jordan, los ordenadores y estadísticas de la NBA perderán a su chico favorito. Nunca en la historia de la competición hubo un jugador comparable, alguien capaz de batir todos los récords, todos los promedios, todos los calificativos y dejar tras de sí la sensación, verdadera o falsa, de que nadie podrá igualarle. Incluso el recuerdo del gran Wilt Chamberlain se difumina y matiza al contemplar la hoja de servicios de este prestidigitador del baloncesto.1,98 metros de estatura, 90 kilos de peso, nacido el 17 de febrero de 1963 en Brooklyn y escogido por los Bulls de Chicago en la ter...

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Sin Michael Jordan, los ordenadores y estadísticas de la NBA perderán a su chico favorito. Nunca en la historia de la competición hubo un jugador comparable, alguien capaz de batir todos los récords, todos los promedios, todos los calificativos y dejar tras de sí la sensación, verdadera o falsa, de que nadie podrá igualarle. Incluso el recuerdo del gran Wilt Chamberlain se difumina y matiza al contemplar la hoja de servicios de este prestidigitador del baloncesto.1,98 metros de estatura, 90 kilos de peso, nacido el 17 de febrero de 1963 en Brooklyn y escogido por los Bulls de Chicago en la tercera selección del draft de 1984. Estos son los cuatro datos iniciales en su carpeta personal en la sede central de la NBA. Nueve años después, las cifras son desbordantes. En la temporada 1984-85 fue elegido mejor debutante del año. Fue el primer aviso de una progresión avasalladora. Jordan se retira con un total de 21.541 puntos, lo que le convierte en el mejor anotador en toda la historia de los Bulls y el 15ª de la NBA. En la temporada 1986-87 sumó 3.041, la tercera mejor marca de la historia.

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Sólo dos deportistas dejaron la práctica profesional del deporte con el perfume de un trabajo inacabado: el boxeador Rocky Marciano, campeón de los pesos pesados que dijo adiós imbatido, y Jim Brown, gran estrella del fútbol americano. Campeón de la NBA en tres años consecutivos (1991, 1992 y 1993), Jordan ha conseguido siete títulos consecutivos como máximo anotador del campeonato. Antes que él, sólo Chamberlain había firmado semejante hazaña. Fue entre 1960 y 1966. Su media de anotación por partido pasará a la historia como la mejor de todas: 32,3 puntos. Junto a él, de nuevo Chamberlain, que fue el primero en superar la barrera de los 30 puntos de promedio. Su efectividad en los lanzamientos ha quedado establecida en el 51,6%. Su versatilidad en el juego le permitió, además, ser distinguido con el título de mejor defensa en 1988, campeón de mates en 1987 y 1988, además de mejor jugador universitario en 1984, dos años después de ganar el título colegial con la Universidad de Carolina del Norte.

El jugador más valioso

En tres temporadas fue escogido como jugador más valioso del campeonato (1988, 1991 y 1993) y en tres ocasiones concluyó la serie final del campeonato, los famosos play off, como el mejor hombre de los dos equipos, algo que nadie, jamás, había conseguido. Desde 1987 no ha faltado al equipo de figuras de la NBA.

El podio de máximo anotador por partido también es propiedad del Michael Jordan. En cinco ocasiones ha superaro la marca de 610 puntos en un encuentro, y en 34, la de 50. Todo ello le ha llevado a establecer marcas estratosféricas, no en enfrentamientos de medio pelo, sino en contiendas con el título de la NBA en juego, batallas en las que las concesiones fueron mínimas. En la pasada serie final con los Suns de Phoenix, Jordan marcó una media de 41 puntos, las más alta recogida, nunca en una final a seis encuentros. El alero de los Bulls es, asimismo, el tercer hombre en la historia que consigue elevar al marcador más de 30 puntos en cada partido de un play off final. Las computadoras saludan su adiós con lágrimas.

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