"Soy el hijo predilecto de la derecha y la prensa"

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, se lamentó el miércoles en Sevilla de los ataques que está recibiendo por parte de algunos compañeros de filas y advirtió que se opondrá a todo intento de transformar el PSOE en una federación de partidos regionales. "A mí no me echan ni con agua caliente", reprochó Guerra a quienes especulan con su posible retirada política. En su cuarta intervención pública en pocos días -todas ellas sobre las divisiones internas del partido y tres en su feudo electoral-, el número dos socialista reivindicó libertad para opinar lo que uno piensa. "No se pue...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, se lamentó el miércoles en Sevilla de los ataques que está recibiendo por parte de algunos compañeros de filas y advirtió que se opondrá a todo intento de transformar el PSOE en una federación de partidos regionales. "A mí no me echan ni con agua caliente", reprochó Guerra a quienes especulan con su posible retirada política. En su cuarta intervención pública en pocos días -todas ellas sobre las divisiones internas del partido y tres en su feudo electoral-, el número dos socialista reivindicó libertad para opinar lo que uno piensa. "No se puede mantener un partido segando la voz de los militantes". Éste es un resumen de su discurso en la asamblea de apoyo a la candidatura guerrista.

"Yo he venido a esta asamblea a escuchar, como vosotros, y también a dar mi opinión, como un militante de base más. ( ... ) Cuando queráis saber lo que yo pienso, ateneos a mis palabras, no a las de los que dicen que yo he dicho, que generalmente dicen lo contrario de lo que yo he dicho. ( ... ) Yo estoy acostumbrado a una cierta manipulación de todo lo que haga referencia a mi actividad y a mis palabras; sé que soy el hijo predilecto de la derecha española y el hijo predilecto de la prensa, aunque no le debo a la prensa más que disgustos; pero también es verdad que a veces algunos compañeros del partido entran a ese trapo. Lo hacen inconscientemente o lo hacen conscientemente. Me da igual. El hecho es que algunos colaboran.( ... ) El 6 de junio, Sevilla tiene la cuota de porcentaje de votos más alta de toda España para el partido socialista; le sacamos 30 puntos al segundo partido, al PP. Después de esa campaña de 'que se vayan hay que echarlos', poco después, el partido le saca 30 puntos, le saca el máximo de toda España, y la reacción en el partido ¿cuál es? Decir que ya no nos sirve el partido, que hay que cambiarlo de raíz, a las 48 horas.

Yo lo dije entonces: no lo entiendo, y me parece absurdo que en este momento no se permita siquiera que los militantes del partido tengan un poco de regusto de saborear el triunfo. Pero siempre hay algunos compañeros que toman el tinte negro en los momentos menos oportunos.

¿Por qué se hace, quién lo hace, para qué? Todas estas respuestas las tiene que dar quien lo haga. Alguien tiene que explicarlo. ¿Cuánta parte de escenificación se debe en exclusiva a la prensa sevillana o nacional? ¿Cuánto se debe a esos que hacen filtraciones desde el partido? No podría yo saber, pero seguramente hay las dos cosas. Se escenificó como si aquí [en el próximo congreso de Sevilla] hubiera la. osibilidad de excluir a una parte del partido, como si hubiera un sector al que hubiera que dejar marginado. Se decían cosas ( ... ) y, como siempre, se escenificaba que en el ojo del huracán seguramente estaba Alfonso Guerra. Esto es como las películas americanas: me están diciendo más o menos que todo lo que se diga será usado en mi contra. Pues un poco, algunos del partido también lo piensan. Se quiere crear una imagen de división en el partido en Sevilla y en toda España. Y es lo que les interesa a ellos, hablan de los enfrentamientos entre Felipe y Alfonso, y cuando unos tienen criterios que no coinciden con el de Felipe, o al revés, pues enseguida dicen: 'No, es que ése está en contra'. Mire usted, yo no estoy en contra de nadie, yo tengo la libertad y probablemente la obligación de decir que no estoy de acuerdo con lo que están diciendo Felipe, san Felipe, o Alfonso, san Alfonso. No; usted si quiere oír a Alfonso, lo hace y luego críticamente usted coincide o no coincide. Que coincide, estupendo; que no, pues ya coincidiremos en otra cosa. No hay que hacer culto a la personalidad de nadie de nuestro partido.

Pues bien, a veces, en esta idea de crear división y de decir además: bueno, a los que representan el radicalismo socialista pasado de moda, sobre todo Alfonso, a éstos ya los tenemos aquí contra las cuerdas. En esta semana han hecho mucho eso. Y esta semana han hecho un programa de radio para decir Alfonso sí o Alfonso no. Se lo tragaron entero. Salió doble que sí a que no.

El partido en Sevilla necesita estabilidad orgánica y política. En tres años, tres congresos, uno ordinario y dos extraordinarios. Eso es un abuso; yo creo que los que provocan tantos congresos debieran reflexionar. Hay que buscar una estabilidad que tiene que venir de buscar un intento de acuerdo lo más amplio posible hasta donde se pueda llegar. ¿Dónde hay que parar? Donde haya un compañero que tire una navaja contra otro. Ahí hay que parar. Siempre que no se llegue a excluir a otro, ése cabe. Ahora, siempre que se quiera excluir a alguien, ése no cabe.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

En estos días, yo fui contrario a que se hiciera ese congreso, yo y otros muchos, que ahora no lo dicen, pero eran contrarios. Lo dijeron cargos muy importantes e institucionales que ahora no lo dicen, pero lo eran. Yo hablé con la dirección regional del partido, con la dirección andaluza del partido; hablé con la dirección provincial y he hablado con miembros de las tres candidaturas que han anunciado y que se quieren presentar, y escuchándolos a todos he creído en la conveniencia, primero, de la integración del máximo que se pueda. Y segundo, de la idoneidad de una persona como es el compañero Manuel Fernández, que por su trabajo, su responsabilidad, su no exclusión de los demás, ha demostrado ser siempre un hombre del todo del partido.

Ahora mismo, parece, algo más que parece, [hay] compañeros que están dialogando de distintas candidaturas para llegar a un acuerdo. Yo quiero decir que a mí me parece bien que se llegue a ese acuerdo, ésa era la tesis que yo he obtenido, y le he dicho a Manuel Fernández que si él la seguía a mí me parecía bien, que yo sólo me permitía opinar, no decirle lo que tenía que hacer. Si se llega a ese acuerdo, en el que parece que se está trabajando, yo me dedicaré a ese acuerdo.

Libertad para opinar

( ... ) Estamos absolutamente obligados a resolver los problemas externos del partido. El partido no es un fin en sí mismo. Estoy absolutamente orgulloso de estar en este partido desde hace 35 años. Y las declaraciones de gente de derecha, de gente del partido, de gente de fuera del partido que digan lo contrario, van a fracasar. A mí no me echan ni con agua caliente. Ni los de derecha ni los de izquierda, por cierto. Yo estoy muy orgulloso de estar en este partido.

Yo creo que, para que eso sea posible, nosotros tenemos que reivindicar, como han dicho compañeros y compañeras de aquí, la libertad para opinar lo que uno piensa. No se puede mantener un partido segando la voz de los militantes; los militantes tienen que poder hablar, poder decir lo que quieran, y alguien podría decir: 'Lo que está diciendo es una locura'. Tienen el derecho y la obligación de decir esa locura, si es una locura, y nadie tiene el derecho de convertirse en un inquisidor y acusar a alguien porque discrepa de la división local, provincial, federal o del máximo representante del partido. Nadie tiene derecho de ser un inquisidor. Y tendríamos que recuperar una cosa que, lamentablemente, se ha perdido: se ha perdido mucha disciplina en el partido. Aquí hay mucha gente que hace lo que le da la gana porque sabe que no hay disciplina, hace mucho tiempo que no se usa. Después de una decisión democráticamente elegida resulta que parece una cosa mala que en el congreso se diga: 'Esto es lo que hay que hacer'. Aparece gente diciendo lo contrario e insultando a compañeros porque defienden la tesis del congreso.( ... )

Al día siguiente del 6 de junio advertí: si hemos pedido el voto de izquierda, no defraudemos, que nadie vaya a decir: 'Devuélvanme el voto porque ustedes pidieron el voto para otra cosa'. Antes de gobernar con la derecha gobernemos con la izquierda, o al menos con lo que se autoproclama como izquierda, IU. Eso suponía una dificultad porque IU está en unas actitudes antisocialistas muy complicadas. La otra posibilidad era: ahí tiene usted una derecha nacionalista, PNV y Convergéncia. Pero advertí: cuidado, no sea que quieran obtener beneficios que no sean nacionales, para todo el país. De eso también advirtió Felipe hace muy poco en Lisboa. Dijo que no aceptaría chantaje. A los cuatro días hablé yo de eso y armaron la marimorena.

Elogio a los sindicatos

Yo estoy sorprendido de la actitud que están manteniendo los compañeros de la UGT y la actitud de CC OO. Hace tres años nos dicen que van a tener esa actitud y no nos lo creemos. Están en una actitud muchísimo más serena, mas comprensiva de los problemas que tiene el Gobierno para resolver la situación económica. Hay que tender una mano y lograr un pacto por el empleo. Hay que lograr acuerdos sociales con los sindicatos porque lo necesita el país.

Tenemos también algunos problemas con el pacto autonómico. Lo van a abrir todos los veranos, como los melones; ya se encarga el señor Pujol de abrirlo. Y ahora estamos con el problema de la cesión del 15%. Lo digo con claridad: [esta cuestión] no la hemos sabido llevar bien los socialistas de aquí, de allí y de donde sean ( ... ), con cargos orgánicos y del Gobierno. Se han puesto a hacer declaraciones y decisiones antes de que el partido tome una decisión cerrada. ( ... ) Remendando esa decisión, veremos a ver cómo queda el remiendo, porque alguna inquietud tengo, y se arma, bueno la que se arma cuando yo digo esto. Yo tengo que defender los intereses de la gente que tiene menos, y regionalmente, Andalucía ha estado abandonada mucho tiempo.

( ... ) Quiero un partido, no quiero una peña ni un club, quiero un partido político, que el debate trabaje en la sociedad. La P del partido. Quiero que siga siendo un partido. Y la S de socialista. Quiero que siga siendo socialista. Yo me llamo socialista, hay gente dentro del partido que se llaman socialdemócratas, otras incluso socialliberales. Yo los respeto, pero yo soy socialista y lo reivindico, y el partido también. Luego hay una O que significa obrero, y algunos dicen: 'Eso ya, obreros así, con el mono'. Es verdad, pero significa lo mismo obrero que trabajador, y eso no se tiene que caer. La E no se tiene que caer porque algunos digan que hay que cambiar las estructuras del partido. Como unos quieren, en lugar de un PSOE, una federación de partidos socialistas regionales, y yo no estoy de acuerdo en eso, lo diré si el partido no aborta esa actitud. Estaré en minoria, no pasa nada, pero no estaré de acuerdo".

"¿*Dónde hay que parar? Donde haya un compañero que se tire una navaja contra otro. Ahí hay que parar"

'Yo tengo la libertad de decír que no estoy de acuerdo con lo que están diciendo Felipe o san Felipe

Archivado En