'Revistas del corazón'

Vivo en el extranjero. Cuando vengo a España, hay algo que veo con horror. Es ver cómo se vive al son de lo que se llama revistas del corazón. En los quioscos hay un surtido impresionante. Es justo decir que muy coordinadas, publican todas lo mismo. El tema de conversación de muchos es lo que en ellas se comenta. Yo soy radiofónica y ¡terror! me encuentro que en varias emisoras tienen programas que comentan lo que se publica en estas revistas, con tanto entusiasmo que se diría que se les va la vida en ello. Algunas hasta te describen con gran lujo de detalles las fotos para que el radio...

Vivo en el extranjero. Cuando vengo a España, hay algo que veo con horror. Es ver cómo se vive al son de lo que se llama revistas del corazón. En los quioscos hay un surtido impresionante. Es justo decir que muy coordinadas, publican todas lo mismo. El tema de conversación de muchos es lo que en ellas se comenta. Yo soy radiofónica y ¡terror! me encuentro que en varias emisoras tienen programas que comentan lo que se publica en estas revistas, con tanto entusiasmo que se diría que se les va la vida en ello. Algunas hasta te describen con gran lujo de detalles las fotos para que el radioyente no se pierda ripio. ¡Viva la creatividad! Pongo la tele, la del Estado (donde voy es lo único que alcanzamos a ver) y ¡pasmo! otra vez caigo en un programa donde se habla de famosos que en un porcentaje muy elevado es difícil comprender por qué lo son. Pero el engranaje no tiene límites. Fui a Madrid para conocer el nuevo museo, creo que en principio se tenía que llamar Museo de Villahermosa, pero el taxista me dijo que no conocía esto luego comprendí que los señores que han vendido su colección de cuadros son famosos hasta el punto de que el museo lleva su nombre y lo presiden con grandes retratos, han cobrado el precio fuerte y su egocentrismo está garantizado para la eternidad.Si la colección hubiera sido anónima, mucho dinero y honores se hubieran podido ahorrar.-