'Ara decidirem'

El eslogan electoral de CiU parece que ha sido mal entendido. En muchos medios de comunicación se, sienten voces que critican las, reticencias de los nacionalistas catalanes a formar un Gobierno de coalición. El Ara decidirem [ahora decidiremos] quería expresar tanto una voluntad de influir en las decisiones que se toman en el Estado como qué partido ha de gobernar.Y yo me pregunto: ¿es lo mismo decir ara decidirem que ara governarem [ahora gobernaremos]? Evidentemente, no. El único compromiso era decidir. Pero es necesario hacer otra reflexión: ¿era necesaria una coalició...

El eslogan electoral de CiU parece que ha sido mal entendido. En muchos medios de comunicación se, sienten voces que critican las, reticencias de los nacionalistas catalanes a formar un Gobierno de coalición. El Ara decidirem [ahora decidiremos] quería expresar tanto una voluntad de influir en las decisiones que se toman en el Estado como qué partido ha de gobernar.Y yo me pregunto: ¿es lo mismo decir ara decidirem que ara governarem [ahora gobernaremos]? Evidentemente, no. El único compromiso era decidir. Pero es necesario hacer otra reflexión: ¿era necesaria una coalición de gobierno para asegurar un Gobierno fuerte? Creo que no.

El PSOE tuvo una mayoría en la anterior legislatura y no pudo gobernar por la división interna. Por tanto, el primer problema a resolver sería éste. A partir de aquí, el PSOE estaría en condiciones de discutir un programa con otras opciones como CiU. La conclusión es clara: el máximo esfuerzo para conseguir la gobernabilidad del Estado debía hacerlo el PSOE. No se puede acusar tan alegremente a los partidos nacionalistas de poca responsabilidad, como si ésta fuera única y exclusivamente de ellos. Sería razonable que CiU tuviera derecho a imponer su programa en el caso de que tuviera la obligación de participar en un Gobierno de coalición. Pero, si como algunos opinan, no tiene derecho a mantener su programa, no es lógico exigirle que participe en el Gobierno. Por ello no han de sorprender las respuestas dadas por los partidos nacionalistas.