Cartas al director

Elecciones

Estoy gestionando, contrarreloj, con una cadena privada de televisión, así como con la estatal, lo siguiente:Basándome en la soberanía que me confiere la Constitución en un Estado de derecho como el nuestro, deseo (bien podría decir exijo) participar en un debate televisivo, cara a cara, y con relación a las elecciones generales a celebrar el día 6 de junio del presente año, con una persona que representara al Partido Popular.

Yo lo haría por el partido actualmente en el Gobierno.

Pues bien. Dichas gestiones, si no denegadas de manera tajante, sí se ven obstaculizadas con ambages...

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Estoy gestionando, contrarreloj, con una cadena privada de televisión, así como con la estatal, lo siguiente:Basándome en la soberanía que me confiere la Constitución en un Estado de derecho como el nuestro, deseo (bien podría decir exijo) participar en un debate televisivo, cara a cara, y con relación a las elecciones generales a celebrar el día 6 de junio del presente año, con una persona que representara al Partido Popular.

Yo lo haría por el partido actualmente en el Gobierno.

Pues bien. Dichas gestiones, si no denegadas de manera tajante, sí se ven obstaculizadas con ambages y subterfugios que pueden llegar a impedir la realización de tal cambio de pareceres entre ciudadanos que opten por una u otra forma de gobernar el país.

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Efectivamente, se desarrollan proliferación de debates en la actualidad, pero siempre con personajes que o bien son públicos (que optan a ser administradores de nuestra propiedad) o, bien personas sólo de estamentos literarios, financieros, artísticos, etcétera, que agrupados, en demasía y con una definición política en muchos casos neutra, no tienen opción de manifestarse de forma concreta. Aunque dichas personas merezcan todo el respeto.

Sencilla y llanamente, se trata, sin más barreras ni cortapisas, que dos ciudadanos libres en un país libre diriman verbalmente sus conceptos sociales, económicos, morales, etcétera, de quienes solicitan su voto para dirigir el cotidiano caminar de España.

Insto a dichos medios de comunicación, que además marcarían un hito, hagan gala de su pluralidad y sentido de libertad para que realicen gestiones, contrarreloj, repito, ante los citados partidos para que ellos, ¿sin temor?, acepten y elijan (dos simpatizantes, que no afiliados, dos números de DNI, dos hombres de a pie, dos españolitos) a sus respectivos representantes.

Ciertamente, esta finalidad no tendría razón de ser si no es realizada después del debate en Tele 5 programado entre los dos candidatos.

Así veríamos (por parte de los entes comunicativos y de los partidos de la política) el espíritu democrático que manifiestan.-

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