Suicidio colectivo del 'Mesías' de Tejas junto a 86 seguidores de su secta

Las llamas y el humo envolvieron ayer, en medio de espectaculares explosiones, el rancho de Waco conocido como Monte Carmelo, en el que el Mesías de Tejas, David Koresh, de 33 años, y 95 de sus seguidores (incluyendo 17 niños menores de 10 años) hacían frente a un cerco policial que duraba ya 51 días. Nueve de los davidianos, como eran conocidos los seguidores de Koresh, consiguieron salvarse. Del líder de la secta y de 86 fieles se teme que no queden más que cenizas.

Según fuentes de la Casa Blanca y del FBI, el incendio fue provocado por los propios sitiados, en un intento de suicidio...

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Las llamas y el humo envolvieron ayer, en medio de espectaculares explosiones, el rancho de Waco conocido como Monte Carmelo, en el que el Mesías de Tejas, David Koresh, de 33 años, y 95 de sus seguidores (incluyendo 17 niños menores de 10 años) hacían frente a un cerco policial que duraba ya 51 días. Nueve de los davidianos, como eran conocidos los seguidores de Koresh, consiguieron salvarse. Del líder de la secta y de 86 fieles se teme que no queden más que cenizas.

Según fuentes de la Casa Blanca y del FBI, el incendio fue provocado por los propios sitiados, en un intento de suicidio colectivo de la secta. Finalizaba así un dramático episodio para la sociedad norteamericana que había comenzado el 28 de febrero, cuando un tiroteo con agentes federales que iban a detener a quien se creía una reencarnación de Jesucristo causó cuatro muertos entre los policías y cinco o seis entre los miembros de la secta.Los acontecimientos se precipitaron ayer cuando los sitiadores, que habían utilizado todo tipo de tácticas para forzar la rendición, abrieron varios boquetes en los edificios del rancho para inyectar gas lacrimógeno al interior.

La respuesta de los davidianos consistió en varios disparos con armas automáticas. Cinco horas más tarde, las llamas empezaron a asomar por los tejados y ventanas del rancho Monte Carmelo.

Uno de los supervivientes afirmó que en el momento en que se declaró el incendio, los niños se encontraban juntos en una planta superior. Se cree que los 17 menores pudieron ser envenenados para evitarles sufrimientos. La fiscal general de Estados Unidos, Janet Reno, y el FRI asumieron ayer toda la responsabilidad de la operación que determinó la autoinmolación de la secta.

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