Adiós a las grietas

83 familias de Canillas son realojadas con un año de retraso

Parecía un sueño, pero se cumplió. Ochenta y tres familias del poblado de absorción de Canillas, en el distrito de: Hortaleza, esperaban desde hace un año poder abandonar sus pequeñas y agrietadas viviendas. Dos suspensiones de pagos de las constructoras se cruzaron en su camino. El lunes, por fin, empezó su traslado a dos bloques de pisos y 20 adosados construidos por el Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima), del Gobierno regional. Para el fin de semana todos habrán estrenado un nuevo y bonito domicilio. Aún quedan 328 familias por realojar.

Victoria Álvarez es uno de: los vecinos...

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Parecía un sueño, pero se cumplió. Ochenta y tres familias del poblado de absorción de Canillas, en el distrito de: Hortaleza, esperaban desde hace un año poder abandonar sus pequeñas y agrietadas viviendas. Dos suspensiones de pagos de las constructoras se cruzaron en su camino. El lunes, por fin, empezó su traslado a dos bloques de pisos y 20 adosados construidos por el Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima), del Gobierno regional. Para el fin de semana todos habrán estrenado un nuevo y bonito domicilio. Aún quedan 328 familias por realojar.

Victoria Álvarez es uno de: los vecinos que tendrán que esperar a las próximas fases de realojamientos. El lunes no pudo aguantar más y fue a ver una de las casitas adosadas adjudicada a una conocida suya. "Aquí pondría yo el armario y aquí unas estanterías", se ilusionaba haciendo castillos en el aire; sobre su futura vivienda:El matrimonio amigo recorría las diferentes estancias de su nuevo hogar con la sonrisa pintada en el rostro. "Es que las obras empezaron en el 89 y no veíamos llegar el momento de que nos trasladasen", explicaban. Mientras, la piqueta caía implacable sobre sus antiguas casas bajas.

Unos metros más allá, en los bloques de la calle de Montemayor de Pililla reinaba el nerviosismo. Su traslado empezó ayer y concluirá el jueves. Por todas partes se oían martillazos.

Hasta dentro de unos meses no contarán con gas natural en las nuevas viviendas. Tendrán que apañarse con bombonas de butano y necesitan construir unos soportes para las botellas.

160 pesetas de renta

El viernes, la pala excavadora derribará estos pisos de menos de 30 metros cuadrados de superficie, construidos hace treinta y ocho años por la Obra Sindical del Hogar. "Vinimos aquí para diez años y llevamos casi cuarenta", aseguran. "Eso, sí, hemos estado pagando una renta mensual de 160 pesetas", añaden.Tanto las casitas bajas como los bloques fueron construidos en precario, con una mínima cimentación y materiales de aluvión.

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Nicasio Gallego, albañil jubilado de 68 años, vive en uno de los bloques que él mismo ayudó a levantar. "Tardamos sólo 22 meses en edificar 528 viviendas y las casas no tienen ni 60 centímetros de cimentación", explica.

Los primeros en estrenar los nuevos bloques fueron Angel Mauri, un taxista de 51 años, su esposa Mar¡ Carmen, sus dos hijos y su perrazo. Tras la mudanza sentían los riñones hechos picadillo.

Han vivido durante un cuarto de siglo en una casa baja. "No tenía mucho más de 40 metros, pero la arreglamos para que estuviera cómoda y habitable", explican. "Mucha gente también reformó, otros no han tenido medios, y también hay quien todo lo arregla con decir que es pobre y esperar", añaden.

De las 528 familias que vivían en este poblado de Canillas, han sido realojadas 200, incluidas las de esta semana. El Ivima ha adjudicado ya a la empresa Corvian la construcción de otras 104 casas.

Este poblado de absorción es uno de los ocho construídos por la Obra Sindical y remodelados después con fondos del gobierno autónomo. Los otros son: Fuencarral A y B; General Ricardos y Comillas, en Carabanchel; Caño Roto, en Latina; Villaverde Cruce y La Viña, en Puente de Vallecas.

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