La policía cree que los GRAPO sólo disponen de seis o siete activistas

La muerte de tres activistas de los GRAPO en Zaragoza, al estallarles la bomba con la que pretendían atracar la noche del miércoles un furgón blindado de la compañía Prosegur, ha dejado reducida la organización a no más de seis o siete activistas, según fuentes policiales. Sin embargo, los grapos cuentan en la actualidad con algo de lo que carecieron durante muchos años: grandes sumas de dinero, obtenidas mediante atracos.Las mismas fuentes han descartado que el terrorista muerto no identificado sea el cabecilla de la banda, Fernando Silva Sande -evadido de la cárcel de Granada en marzo de 199...

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La muerte de tres activistas de los GRAPO en Zaragoza, al estallarles la bomba con la que pretendían atracar la noche del miércoles un furgón blindado de la compañía Prosegur, ha dejado reducida la organización a no más de seis o siete activistas, según fuentes policiales. Sin embargo, los grapos cuentan en la actualidad con algo de lo que carecieron durante muchos años: grandes sumas de dinero, obtenidas mediante atracos.Las mismas fuentes han descartado que el terrorista muerto no identificado sea el cabecilla de la banda, Fernando Silva Sande -evadido de la cárcel de Granada en marzo de 1992-, en contra de lo que se había creído a lo largo de toda la mañana del jueves.

El artefacto, adosado al vehículo, estalló cuando uno de los terroristas forcejeaba con el conductor, que también perdió la vida en el asalto. Otros dos miembros del comando lograron huir -sin llevarse el botín de 50 millones- dejando gravemente heridos a la pareja de vigilantes del vehículo.

Aunque está descartado que Fernando Silva Sande sea uno de los fallecidos, la policía tiene evidencias de que compró el vehículo usado por el comando. Los dos terroristas muertos identificados son Isabel Santamaría del Pino, esposa de Silva, y Pedro Luis Cuadrado Delabat, ideólogo y segundo jefe de la banda. Ambos habían participado en la anterior acción de los GRAPO: tres bombas en Madrid el pasado 3 de marzo.

La policía considera que alguno de los activistas fugados puede estar herido, ya que en el coche utilizado se han hallado restos de sangre.

Páginas 12 y 13 Editorial en la página 8

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