Cartas al director

Paz y pan

Estamos asistiendo hoy, horrorizados, al espectáculo dantesco presentado día tras día por la pequeña pantalla, y ampliado con toda suerte de detalles por los demás medios informativos, sobre la guerra civil de la desmembrada península balcánica.Nuestra sensibilidad se va embotando y acallándose nuestras. conciencias por lo repetitivo,como dicen que ocurre a los nativos del lugar. Muchos creyentes de diversos credos e indiferentes y ateos han ofrecido su ayuda material y su mediación para intentar aliviar las indescriptibles calamidades de esta guerra fratricida. También las fuerzas pacificador...

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Estamos asistiendo hoy, horrorizados, al espectáculo dantesco presentado día tras día por la pequeña pantalla, y ampliado con toda suerte de detalles por los demás medios informativos, sobre la guerra civil de la desmembrada península balcánica.Nuestra sensibilidad se va embotando y acallándose nuestras. conciencias por lo repetitivo,como dicen que ocurre a los nativos del lugar. Muchos creyentes de diversos credos e indiferentes y ateos han ofrecido su ayuda material y su mediación para intentar aliviar las indescriptibles calamidades de esta guerra fratricida. También las fuerzas pacificadoras y las organizaciones internacionales siguen negociando un acuerdo por los medios parlamentarios de las naciones civilizadas.

Sin embargo, todo eso parece insuficiente. Algo básico está fallando en este conflicto armado. Hay de por medio intereses materiales a gran escala. Subsisten ideales aletargados político-religiosos que parecían superados por los años de convivencia pacífica del régimen comunista del mariscal Tito.

Tal vez la voluntad firme de todos los seres humanos amantes de la paz consiga, callada pero infaliblemente, realizar lo que el pueblo balcánico tan urgentemente necesita: paz y pan.-

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