'La revolución de los camioneros'

El mes de julio de 1992 en Francia ha pasado a la historia como el de la revolución de los camioneros. El Gobierno acababa de aprobar el permiso de conducir a puntos y los profesionales del transporte por carretera bloquearon con sus camiones autopistas y rutas principales. El colapso fue gigantesco. Hubo ciudades que quedaron desabastecidas de fruta o gasolina, miles y miles de turistas que comenzaban las vacaciones se encontraron atrapados en los atascos y prisioneros en su coche.Los líderes de la rebelión no fueron los conductores de las grandes empresas sino los propietarios de un s...

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El mes de julio de 1992 en Francia ha pasado a la historia como el de la revolución de los camioneros. El Gobierno acababa de aprobar el permiso de conducir a puntos y los profesionales del transporte por carretera bloquearon con sus camiones autopistas y rutas principales. El colapso fue gigantesco. Hubo ciudades que quedaron desabastecidas de fruta o gasolina, miles y miles de turistas que comenzaban las vacaciones se encontraron atrapados en los atascos y prisioneros en su coche.Los líderes de la rebelión no fueron los conductores de las grandes empresas sino los propietarios de un solo camión, empresarios por cuenta propia, trabajadores a los que en los años anteriores a la crisis económica se les había empujado a independizarse. Para ellos el poder hacer jornadas de 10, 12, 14 y hasta 18 horas, el circular a mayor velocidad de la permitida o con el vehículo sobrecargado era la única vía para ganarse un salario aceptable y que les permitiese pagar los plazos del camión. Al final, la patronal del transporte consiguió que los seis puntos se convirtiesen en 12.

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