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TVE aplaza el programa sobre el Rey emitido el domingo por una televisión británica

El programa de la periodista Selina Scott Un año en España realizado para la cadena independiente británica ITV, tal vez no gane un premio en un concurso convencional de televisión. Pero si hubiera un festival que galardonara al programa que presente la mejor imagen de España y de su Rey, sin duda éste sería un serio aspirante al título.El programa, emitido el pasado domingo en el Reino Unido y cuya emisión en España ha sido aplazada por TVE, que tiene los derechos, es un retrato halagador de la familia real española en el marco de las celebraciones del 92, que se presentan como un ...

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El programa de la periodista Selina Scott Un año en España realizado para la cadena independiente británica ITV, tal vez no gane un premio en un concurso convencional de televisión. Pero si hubiera un festival que galardonara al programa que presente la mejor imagen de España y de su Rey, sin duda éste sería un serio aspirante al título.El programa, emitido el pasado domingo en el Reino Unido y cuya emisión en España ha sido aplazada por TVE, que tiene los derechos, es un retrato halagador de la familia real española en el marco de las celebraciones del 92, que se presentan como un éxito para la imagen exterior de España. Todo el programa destila una admiración no disimulada por un Rey al que presenta como simpático y asequible, demócrata y patriota, religioso y buen padre de familia, que no duda en abrir las puertas de su hogar a las cámaras de la televisión (británica), ni vacila en abordar con la periodista cualquier pregunta, ya sea ésta sobre sus relaciones con Franco, las corridas de toros o sus escapadas a Suiza.

El Rey a los mandos de un helicóptero, al volante de su automóvil, con casco y en moto, o a bordo del Bribón o el Fortuna no deja de ser, en todo el programa, el jefe de Estado que ha pilotado una transición ejemplar para el mundo, y que, además de enterrar los viejos demonios del franquismo, intenta borrar la imagen de un país indolente y perezoso que adora la siesta y deja las cosas para mañana.

La España del 92 es el telón de fondo sobre el que Selina Scott, una rubia atractiva cuya mirada restalla de fascinación por el Monarca español, ha trazado el retrato de la familia real. La reina Sofía y el príncipe Felipe hablan sobre el presente y el futuro de España, mientras las infantas Elena y Cristina permanecen en un segundo plano. Felipe González, que confiesa a la periodista que ésa va a ser la más extensa declaración que haya hecho sobre don Juan Carlos, destaca el papel crucial del Rey frente a los golpistas en febrero de 1981 y las excelentes relaciones institucionales que mantiene con el jefe del Estado.

Lo mejor del programa es que huye de la pompa y el protocolo y consigue trazar el retrato de una monarquía próxima a sus, ciudadanos. Está en la mejor tradición del periodismo de cámara, algo habitual en el Reino Unido, pero inusual en España. Los súbditos adoran ver a su monarcas en la intimidad, comiendo en familia, charlando coloquialmente o nadando en vacaciones. Y el Rey se muestra en el programa relajado y natural, como piden las normas de la buena educación, tan apreciadas por los británicos.

La polémica surgida en algunos medios de comunicación españoles parece totalmente desproporcionada, a no ser que escueza la exclusiva periodística que ha conseguido Selina Scott al entrar con su cámaras en e círculo íntimo de la familia real española. Televisión Española, que tenía previsto emitirlo el próximo domingo en Documentos TV, ha aplazado su emisión por desconocidas razones de actualidad.

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