Aquí no pasa nada

Uno de cada cuatro españoles no tiene ningún tipo de sistema de previsión privado

La muerte, el desempleo, la, enfermedad y la invalidez son, por ese orden, los principales motivos por los que los ciudadanos se deciden a contratar algún sistema de previsión privado. Aún así, uno de cada cuatro españoles desecha cualquier tipo de cobertura de estos riesgos, bien sea a través de un seguro o de cualquier otro producto financiero. Confían en que no pase nada o "en que nos ayuden nuestros amigos y familiares".

Una encuesta de ámbito nacional efectuada por Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras (ICEA) -una asociación en la que están representadas la prá...

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La muerte, el desempleo, la, enfermedad y la invalidez son, por ese orden, los principales motivos por los que los ciudadanos se deciden a contratar algún sistema de previsión privado. Aún así, uno de cada cuatro españoles desecha cualquier tipo de cobertura de estos riesgos, bien sea a través de un seguro o de cualquier otro producto financiero. Confían en que no pase nada o "en que nos ayuden nuestros amigos y familiares".

Una encuesta de ámbito nacional efectuada por Investigación Cooperativa entre Entidades Aseguradoras (ICEA) -una asociación en la que están representadas la práctica totalidad de las compañías de seguros que operan en España- divide en dos grandes fuentes el origen de las preocupaciones económicas de las familias españolas.El principal quebradero de cabeza es la pérdida de ingresos motivada por la muerte (un 36,9% de los encuestados), el desempleo (un 22,3%), una enfermedad (un 18,2%), un accidente (un 166,4%) o una invalidez (11,8%).

Esta preocupación por quedar desprotegido también proviene de un inesperado incremento de gastos, principalmente relacionado con daños en el hogar (incendio, robo, etc ... ).

A pesar de esta evidente preocupación genérica, uno de cada cuatro de los 1.200 encuestados reconocen no tener ningún sistema de previsión. En general, todos ellos confían en "que no sucederá nada o que nos ayudarán nuestros familiares o arnigos".

Por contra, los españoles que deciden cubrirse con algún instrumento financiero optan por un seguro de vida (un 35,3%), un producto específico de ahorro (21,8%) o por uno de inversión (13,9%).

La encuesta de ICEA, que a partir de este análisis inicial se centra en el seguro de vida, destaca que "los españoles señalan como aspecto más importante a la hora de contratar un seguro que cubra el riesgo de muerte, la cantidad de dinero a cobrar en caso de que se produzca el fatal desenlace".

Respecto a la forma de contratación, la mayor parte de los entrevistados (45,3%) prefieren acudir personalmente a la aseguradora para contratar, antes que recibir a un agente en su domicilio (16,4%). El límite que estaría dispuesto a pagar un español por un seguro de vida anulamente se sitúa en 40.000 pesetas, aunque un 10% de los encuestados "no pagaría cantidad alguna".

Una conclusión curiosa del estudio estriba en el grado de conocimiento de los españoles de la compañía con la que contratan. En concreto, un 12,2% de los preguntados "no recuerdan" con quién han suscrito su póliza. Además, ese porcentaje coincide con el de la compañia más recordada, Mapfre. Tras Mapfre se sitúan Santa Lucía, La Estrella, Caixa de Pensiones, Ocaso, Grupo Vitalicio, Seguros Bilbao, Nationale Nederlanden, La Unión y El Fénix y AGF.

La encuesta también tiene un apartado dedicado exclusivamente al ahorro y a los ya casi olvidados Planes de Ahorro Popular. A la hora de invertir sus ahorros, el español persigue inversiones rentables (45,1%) y seguras (42,3%), frente a otros factores como la desgravación fiscal (8%). Esta búsqueda de seguridad provoca que el ahorrador opte por las inversiones a largo plazo (59%), a pesar de que ello le suponga perder rentabilidad.

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